Todos conocemos los hoyos negros con ese nombre, sin embargo, éstos no son realmente "agujeros" sino objetos sumamente densos con fuerza gravitatoria pasiva. El vomitorium, por ejemplo, nos dice el infográfico, no es una habitación utilizada por los romanos para después de sus atracones bacanales, es el nombre que le daban a la entrada de un estadio. Que los tiburones no tienen cáncer es otra mentira; pueden padecer esta enfermedad, particularmente en la piel. Que la Gran Muralla China se puede ver desde el espacio es otro de los grandes mitos. Los perros no sudan por la boca, más bien regulan la temperatura a través del jadeo, y sudan a través de las almohadillas de sus patas. Los cuernos de los cascos vikingos en realidad fueron creados por una diseñadora de vestuario en el siglo XIX para una ópera de Wagner.
Otra mentira expuesta en estas imágenes es que no se puede (o debe) tocar a los bebés de los pájaros, aunque en realidad las aves tienen un sentido limitado del olfato, por lo que no abandonarán a sus crías por tener "olor" a humano. Asimismo, nadar después de comer no hace daño, ni aumenta el riesgo de calambres (el alcohol incrementa mayormente ese peligro).
Que Einstein falló en matemáticas en un exámen para ingresar a la escuela también es falso; fracasó en un examen de ingreso, pero incluso en ese, destacó en matemáticas. Tampoco es verdad que tengamos cinco sentidos, de hecho tenemos cerca de 20, incluyendo el balance, el dolor, el movimiento, el hambre, la sed, etc. “Soy un policía” es la frase por excelencia dicha cuando aparecen los policías peleando contra los malos en diversas series y películas gringas; sin embargo, en Estados Unidos los policías encubiertos no tienen que identificarse como tales; ello es sólo un mito inducido por Hollywood.
Estos y otros tantos mitos comunes sobre el cuerpo, la comida, la historia, la ley, la mente, la naturaleza, la religión, la ciencia y los deportes se exponen y explican de manera breve en este divertido infográfico llamado "Concepción común del mito" y diseñado por Paulo Estriga, Tatjana Dubovina y Fabio Bergamaschi.
