Para algunos jóvenes estadounidenses, este video subido a la Red por la fraternidad femenina Alpha Phi de la Universidad de Alabama es una especie de teaser del paraíso: hordas de jóvenes porristas sonriendo y moviéndose grácilmente como si estuvieran en el video musical de un cantante de pop, en aparente éxtasis o embelesadas por una perpetua (y extremadamente superficial) felicidad, casi alzándose en el viento, elevadas al cielo por sus dietas de bikini. Sí, por momentos parece que el video se trata de una entrada un poco más recatada a un episodio de Girls Gone Wild: después de la intro, que sirve como un sutil in crescendo de excitación, uno imagina que empezará la acción.
Cuando había alcanzado en poco tiempo más de 500 mil vistas --pero la mayoría de ellas del público equivocado-- las autoridades universitarias decidieron remover el video, duramente criticado por ser políticamente incorrecto o, como un comentador de YouTube señaló: "peor que Donald Trump para los derechos de las mujeres".
Los dos principales cauces críticos son la objetificacion sexual femenina que transpira el video --que fácilmente puede convertirse en el sueño masturbatorio de un adolescente-- y la falta de diversidad racial en un estado que tiene una importante población afroamericana. Por no decir que no sólo no muestra chicas negras, sino que aparentemente en él sólo aparecen chicas rubias y delgadas que satisfacen el canon que mediáticamente la sociedad estadounidense ha asimilado como la belleza ideal (pese a que existe una gran cantidad de personas con sobrepeso y una gran diversidad racial, es decir, el canon es una fantasía).
Según A. L. Bailey, de la revista AL.com, el video es "Tan racial y estéticamente homogéneo, tan exageradamente hiperfemenino y objetificante, tan Stepford Wives: College Edition que es lamentable y desempodera".
Una vocera de la Universidad de Alabama dijo: "El video no refleja las expectativas que tenemos como universidad para las organizaciones estudiantiles".