Muchos doctores hoy en día siguen recurriendo a los laxantes como primer recurso para tratar problemas de estreñimiento, sin antes experimentar con dietas. Utilizan laxantes "over-the-counter" y supuestamente "naturales" como el senna (Senokot), que sin embargo son agentes estimulantes que, si son utilizados crónicamente, suelen producir pérdida de los movimientos de las haustras del colón, modificar su anatomía y conducir a una de las enfermedades más molestes que existen: el colón catártico, un verdadero infierno en el que los enfermos viven en una monomanía tiránica y paradójica: luchan con su estreñimiento a la vez que no pueden dejar de tener ganas de ir al baño (en un caos virtual y demencial del colón). Una vida reducida, en algunos casos, a la evacuación, al reino fecal; deseo y obstrucción oscilante, impotencia y dolor abrasante.
Un estudió observó que 28% de los pacientes que habían ingerido laxantes estimulantes como senna, bisacodil, casantranol, y fenolftaleína habían perdido los abultamientos de las haustras en su intestino. Esto es preocupante porque existen millones de neuronas en este órgano. Los investigadores concluyeron que "el hallazgo sugiere daño neuronal o daño a la musculatura longitudinal colónica causado por estos agentes".
Los laxantes estimulantes son sustancias que actúan en la mucosa y en el plexo nervioso, alterando la secreción de agua y electrolitos y estimulando el movimiento peristáltico.
El doctor Michael Gershon, autor del popular libro The Second Brain, en el que cuenta cómo la ciencia descubrió que el intestino es en realidad "un segundo cerebro" (el sistema nervioso entérico), cita ahí el caso de pacientes cuyo uso a largo plazo de senna (Senokot) produjo profundos daños neuronales en su sistema nervioso entérico.
Tomar crónicamente estas "medicinas", por tiempos mayores a 1 año, es literalmente envenenarse. Tomarlo por varios meses ya es arriesgarse. Recordemos que la forma en la que algunos doctores administran medicamentos sin reparar en los efectos secundarios es la tercera causa más frecuente de muerte en Estados Unidos. Y, sin embargo, muchos doctores siguen recomendado no sólo tomar estos fármacos como primera línea de defensa sino, con el paso del tiempo, subir la dosis, sin mayor preocupación. Muchas personas, por otro lado, se recetan libremente sin consultar a su médico, incluyendo quienes toman laxantes para perder peso. Es importante que el paciente se informe e investigue y pueda encontrar un doctor de confianza que se guíe por el principio hipocrático de "primum non nocere" (primero no hacer daño). Antes de recurrir a la pastilla para desbloquear tu intestino, recuerda que los movimientos que violenta dañan el cerebro que tienes ahí. ¿Por qué no buscar, antes que la solución de los síntomas, conocer la causa?