Aún no se sabe a ciencia cierta si él Papa Honorio III (que ejerció de 1216 a 1227) escribió o no el libro donde fueron enlistados estos demonios. Este jefe de la iglesia es recordado entre los Papas por celebrar ceremonias para invocar demonios que luego desterraba nuevamente al infierno a través de misas negras (como se sigue haciendo en la actualidad). En el artículo publicado por Esther Inglls-Arkell se enumeran los cinco demonios con los cuales no quisieras compartir cuerpo.
1) Belcebú
Belcebú es el Big Brother de los demonios, el 'alzado'; y aunque el cine ha hecho que pierda su cualidad terrorífica, sigue siendo quien atormenta a los pecadores en el Infierno.
Inglls-Arkell habla de que a principios de 1600, una joven monja llamada Madeleine de Demandolx de la Palud comenzó a tener convulsiones, gritaba obscenidades y afirmaba que había cometido actos lascivos y sexuales con demonios y brujas. En ese tiempo se llegó a la conclusión de que estaba poseída por Satanás. Se le llevó a ella y a otra mujer que cumplía las mismas características frente al Gran Inquisidor local.
No se sabe si se les expulsó a Satán pero sí se supo, por otras niñas, que el sacerdote había aconsejado a la monja para incitarla a cometer actos lascivos. El sacerdote negó todo y, hastiado, dijo sarcásticamente que si fuera brujo le daría su alma al Diablo. Fue detenido y torturado, confesó, se retractó, fue torturado un poco más, confesó una vez más, fue torturado un poco más y... luego lo quemaron vivo. Las chicas siguieron acusando a la gente de brujería con tal de no ser acusadas ellas.
2) Ronove
Ronove, como todos los demonios, es un maestro en el arte de engatusar y engañar a las personas: con la retórica y la elocuencia las disuade para que hagan tal o cual atrocidad. Este demonio podría escribir todo un volumen de cómo ser influyente y ganar 'amigos'. También es el que que 'toma las almas viejas'. Seguramente Ronove está esperando a aquellos pecadores viejos que se encuentran en el umbral de la muerte; a ellos y a sus mascotas (porque también se 'lleva' a las mascotas).
3) Agares
Agares es asexuado, o tiene los dos sexos. Si se lo ve como hombre, es viejo y monta un cocodrilo. Angelical, hermosa y joven se le ve en su figura femenina. (Quizá hay quien, ebrio, vio a Agares mujer, de noche en el rave, y amaneció con el mismo demonio pero en su forma masculina). No por ser demonio carece de atractivo; puede ser una mujer hermosa.
Todos los demonios tienden a ser maestros y a dar enseñanzas a los fieles seguidores hasta el punto en que lo permiten los humanos. En corto tiempo, bajo la tutela de Agares, tendrás conocimiento de todas las lenguas del mundo. La noticia mala para muchos es que este será un repertorio de ofensas y crueldades, lo que lleva el trolleo a su nivel más demoníaco (si piensas que es suficiente, recuerda que aún faltan los insultos raciales y étnicos), por lo que serás un erudito en cuestión de maldiciones en todos los idiomas del mundo.
4) Surgat
Surgat está listo para pelear al lado de Satanás cuando este se lo indique. Al parecer, sirve a Satanás cuando es necesario y los demonios son sus compañeros de batalla. Entre todos ellos, Surgat, se gana su lugar en la lista de miedo porque no puede ser exorcizado. Está descrito en un libro profesional sobre "eyección" demoníaca (en ese tiempo, esa era la única acepción de "eyaculación") del Papa Honorio, con una frase: "Surgat es el que abre todas las cerraduras".
5) Aquiel
Demonio de la mitología cristiana, es el que se dedica a arruinar la santificación dominical (el Sabbath). Es decir, se encarga de quitarle al domingo lo sagrado como día de guardar, destruyendo y combatiendo cualquier energía que pretenda mantener este día que el mismo Dios escogió para descansar. No suena tan mal; sin embargo, si una autoridad religiosa fuera poseída por Aquiel, quizá sería una afrenta para su grey o para todos aquellos a quienes su religión obliga a descansar el Sabbath. Es decir, este demonio --aún más que los demás-- sólo afecta a quienes creen en un sistema religioso vulnerable a demonios.
No se sabe si ha muerto más gente por Dios o por el Diablo. Lo que se puede aprender son dos cosas: trata de no ser poseído por el Diablo, pero si es así, guárdatelo para ti, o terminarás en la hoguera.