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La glaciación es un período casi legendario durante el cual, como sabemos, la temperatura general de nuestro planeta descendió a niveles que hoy consideraríamos increíbles, aunque aún soportables. En realidad no hubo una sola “era de hielo”, sino varias glaciaciones, la última de las cuales terminó hace 10 mil años (de donde resultó, por ejemplo, Groenlandia, o glaciares menores como la isla canadiense de Baffin, la quinta más grande del mundo).
En este sentido, la teoría científica al respecto asegura que la Tierra se encuentra en un período interglaciar, el cual eventualmente terminará, para continuar el ciclo hacia otra etapa de frío prolongado.
Dicha idea podría tener nueva evidencia tras el anuncio que hizo la astrónoma Vlentina Zharkova, adscrita a la Universidad de Northumbira, sobre la posibilidad de que la actividad del Sol disminuya entre los años 2030 y 2040 lo suficiente para llevar a la Tierra a una “miniedad de hielo”.
De acuerdo con las observaciones de Zharkova y su equipo, actualmente hay ondas magnéticas fluctuando en dos capas del Sol; compararlas con otra información sobre los ciclos del astro ha resultado en la predicción de un período en el que esas ondas, que se mueven a manera de reflejo, se encontrarán en el mismo momento en hemisferios opuestos del Sol. “La interacción será disruptiva, o una casi eliminará a la otra”, declaró la astrónoma.
Estos ciclos, conocidos en el medio como 25 y 26, estarán caracterizados por un grado de inactividad en la superficie del Sol similar al “mínimo de Maunder”, durante el cual se observó una disminución casi total de manchas solares, circunstancia que coincidió con los inviernos intensos que se vivieron en Europa y América del Norte de los siglos XV al XVII, en la llamada “pequeña edad de hielo”.