La policía, como aprendieron estas pequeñas niñas, suele estropearlo todo. En el estado de Texas, Estados Unidos, las hermanas Andria y Zoey Green, de 7 y 8 años, se vieron forzadas a dejar de vender limonada.
Andria y Zoey tuvieron su primer choque con la policía. Así empieza la vida, y las hermanas llegaron rápidamente a la conclusión de que: "todo estaba bien hasta que llegó la policía", según informa la TV estadounidense. En esta conclusión coinciden numerosos adultos que tardaron un poco más en aprender lo mismo. El dinero que estaban juntando era para el Día del Padre, haciéndolas a ellas y a su intención totalmente adorables. La razón por la que la policía acabó con su operación es que no cumplían con la ley, ya que solo ciertos alimentos pueden venderse en la calle sin permiso.