En cierta época del año es posible ver cómo algunos pueblos ubicados en New South Wales, Australia, son tomados por millones de arañas que literalmente los tapizan con sus telas. El escenario tiene algo de melancólico y mucho de terrorífico, ya que sin previo aviso un día el poblado en cuestión amanece invadido por millones de arañas y cubierto por un gigantesco y orgánico manto fantasma.
Hace unos días la ciudad de Goulburn registró este fenómeno, conocido como "lluvia de arañas" o "cabello de ángel". De acuerdo con el especialista en arácnidos de la Universidad de California, Rick Vetter, la razón de que ello haya ocurrido radica en una específica coincidencia de variables meteorológicas que inciden en una práctica recurrente entre ciertas especies de arañas:
El "ballooning" (flotar como globos) es una práctica usual entre muchas especies de arañas. Escalan a una cierta altura y luego colocan su trasero en el aire y liberan su tela. Después simplemente vuelan o planean (pues el viento impulsa, como si fuesen globos, sus telarañas). Esto ocurre todo el tiempo, sólo que no lo percibimos.
Al parecer esta práctica les permite a las arañas dispersarse a lo largo de un territorio para no competir encarnizadamente por el mismo alimento, huir de climas poco favorables y al mismo tiempo asegurar presencia de la especie en una mayor extensión. Sin embargo, cuando ocurre de manera masiva y las condiciones climatológicas provocan que muchas de ellas aterricen en un mismo lugar, entonces el resultado es espeluznante. Esto último es precisamente lo que ocurrió en Goulburn.
Imagen: Eryk Bagshaw