Muchos recordaran a Dennis Hopper por su actuación en clásicos del "coolness" como Rebel Without a Cause, The Trip, Easy Rider, Apocalypse Now, Blue Velvet, River’s Edge, True Romance y por haber dirigido la emblemática Easy Rider, película que marcó a una generación. Pocos sabrán que Hopper se veía a sí mismo como un fotógrafo y en general un artista multifacético, habiendo probado con la poesía y la pintura.
El New York Times reporta que Hopper en realidad quería ser recordado como fotógrafo (según cuenta su hija). La serie Drugstore Camera recupera esta faceta olvidada de Hopper, enfocándose en las fotos que tomó durante un viaje de Los Ángeles a Taos, cruzando el desierto y también con un par de lindas jóvenes en lo que parecen ser habitaciones de hotel.
Estas fotos son testimonio de que Hopper era un tipo sensible con una vida muy interesante (sin duda, mucho más interesante que el personaje de la publicidad de la cerveza XX).