Los usuarios de las redes sociales suelen compartir con sus contactos todo tipo de información: fotografías, música, aforismos de todo tipo, chistes. La difusión se da entre usuarios sin pedir nada a cambio, generando un flujo informativo con las mismas características de cualquier proceso evolutivo.
Eso ocurre con los famosos memes o con los contenidos viralizados. Es decir, las ideas efectivas tienen una replicación que arroja datos muy interesantes sobre las interacciones entre los actores y la red. En torno a este tema, el estudio de diseño Stamen respondió al reto lanzado hacia ellos por Facebook de visualizar las trayectorias de tres imágenes después de recibir un Me gusta o tras haber sido compartidas por miles de usuarios en el transcurso de un par de días.
El equipo de Stamen tardó 2 semanas en iniciar y finalizar el proyecto, desde la recolección de los datos anónimos sobre tres memes publicados por quien fuera parte del elenco de la serie Star Trek (Viaje a las estrellas), el actor George Takei, hasta su transformación en impresionantes flores digitales.
Abundan clichés a la hora de intentar describir el resultado final del proyecto de Stamen; después de ver sus visualizaciones el hecho de compartir cualquier tipo de datos en Facebook cobra un nuevo significado, similar a la propuesta del filósofo Bruno Latour en su teoría de Actor-Red (ANT), en la cual señala la existencia de entramados sociotécnicos como redes heterogéneas de actores humanos y no humanos.
El proceso del proyecto de Stamen se puede revisar en el blog del despacho de diseño; ahí se muestra la trastienda de la investigación y las decisiones importantes sobre mapear a los usuarios respecto a su edad, colorear sus géneros y asignarle el color blanco a la saturación de información.
Las ramificaciones que se crean al momento de compartir información hacen posible un mapeo extraordinario que coquetea con la sociología de la tecnología, aun cuando se acerca más al arte digital.
Marvin the Martian de Stamen, en Vimeo.