Mientras la FIFA es investigada por el FBI por corrupción y se cuestiona seriamente la legitimidad de los siguientes campeonatos mundiales --ya que Rusia y Qatar habrían sido elegidos a través de sobornos-- numerosos trabajadores están pereciendo en las condiciones inhumanas del proyecto de Qatar 2022. Y es que el mismo cuestionamiento que se hace a Qatar sobre el clima y su efecto en el juego y en la condición física de los jugadores puede hacerse respecto de la fuerza laboral, mayormente de inmigrantes de diferentes partes de Asia, los cuales trabajan en condiciones precarias en calores insufribles.
A la huella negra de los dirigentes de la FIFA, investigados por lavado de dinero y tráfico de influencias, deben sumarse los cientos de trabajadores que se calcula han muerto en Qatar construyendo la infraestructura para un Mundial absurdo, ecológicamente aberrante, un delirio del dinero.
El Washington Post ha realizado esta gráfica comparativa entre los diferentes torneos y el número de muertes en las construcciones. Hay que aclarar que la gráfica del WP es un poco engañosa ya que, en el caso de Qatar, las cifras cuentan todas las muerte de trabajadores de construcción inmigrantes desde que se empezó a desarrollar la infraestructura para el Mundial. Aún así, el número es impactante. La International Trade Union Confederation calcula que para 2022 habrán muerto más de 4 mil trabajadores de manera directamente relacionada con la Copa del Mundo, eso es mil personas más que las que murieron en los ataques del 11 de septiembre, por los cuales Estados Unidos lanzó una guerra que de alguna manera lleva más de 1 década en marcha.
Impávido a todo esto, el presidente de la FIFA, "Sepp" Blatter, ha declarado que no piensa renunciar pese a la presión de Michel Platini, el presidente de la UEFA, y se espera que sea reelegido mañana.
