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Cada sociedad decide y negocia qué es lo que considera hermoso en todos los ámbitos estéticos, así como los rasgos y expectativas que socialmente se asocian a los individuos más deseables. Se da por sentado que dichos rasgos y expectativas son deseables en otros, ¿pero serán deseables en uno mismo?
Realizando un estudio comparativo de diferentes investigaciones sobre el impacto social de la belleza a lo largo del tiempo, las psicólogas sociales Lisa Slattery Walker y Tonya Frevert de la Universidad de Carolina del Norte han llegado a la conclusión de que la belleza es un aspecto superficial con profundas implicaciones.
Pros
[caption id="attachment_93766" align="aligncenter" width="480"]Una cara bonita dice más que mil palabras. Y al parecer hay buenas razones: sean cuales sean sus rasgos, las personas físicamente atractivas tienen rasgos asociados a la belleza, como una bondad que se les atribuye inconscientemente. "Es una de las muchas características de estatus que podemos identificar muy tempranamente en nuestras interacciones", según Walker.
Se llama la teoría de "lo que es bello es bueno", y nos remite al idealismo platónico. En la leyenda, Friné es acusada injustamente de un crimen y el hábil abogado defensor la desnuda en pleno juicio como evidencia de la inocencia de su clienta; se dice que al verla, el jurado la absolvió de todos los cargos, pues sería herético sostener que los dioses hayan puesto tanto cuidado en crear un ser malévolo. Es esa burbuja de otredad angélica lo que dota a los/as demasiado guapos de una clase de impunidad y seguridad basada únicamente en su apariencia.
En su investigación, Walker y Frevert encontraron que los estudiantes atractivos tendían a ser juzgados con mejores competencias e inteligencia que los no tan bendecidos por la genética. El efecto de esa aprobación gratuita es una acumulación de confianza percibida a lo largo del tiempo, lo que los hace creer que merecen las consideraciones que recibieron en la juventud. "Se te confieren ventajas a lo largo de la vida, desde los días de escuela hasta el lugar de trabajo", dice Walker, quien estima que la diferencia de salarios en favor de las personas atractivas puede ser de entre 10 y 15% mayor al promedio a lo largo de la vida laboral.
Contras
[caption id="attachment_93765" align="alignright" width="300"]La belleza física puede jugar en contra en ciertas circunstancias. El sexismo y el acoso laboral ataca cotidianamente a las mujeres, y permite que hombres atractivos o carismáticos accedan a posiciones de poder sin la preparación necesaria --a la presidencia, por ejemplo. O si se es mujer, a profesiones tradicionalmente masculinas. Un ejemplo clásico es Legalmente rubia.
Un estudio de 1975 reveló que la gente solía dejar una distancia considerable cerca de una mujer bonita al caminar por la calle. Esto revelaba una especie de marca de respeto, pero también una marca de exclusión. Y es que según Frevert ser atractivo puede atraer más atención en el espacio visible, pero a costa de hacer sentir a otros que no están autorizados para acercarse. El sitio de citas OKCupid reportó recientemente que los perfiles que obtenían más citas no eran precisamente aquellos con las fotos más perfectas. Una razón de ello es que las parejas potenciales se sienten menos intimidadas en Tinder u otras apps de citas por prospectos más atractivos que ellos.
Durante las entrevistas de trabajo, la belleza percibida puede jugarnos en contra si nuestro entrevistador es del mismo sexo que nosotros. Algunas soluciones podrían ser que las habilidades y aptitudes de los candidatos se califiquen sin tomar en cuenta su apariencia física, pero lo cierto es que mantener una elección laboral perfectamente objetiva puede ser tarea difícil.
Por último, no importa si eres o no atractivo: estar obsesionado con la manera en que otros te perciben (el viejo "espejito, espejito" del cuento de hadas) "puede alterar tu experiencia y tus interacciones" si lo experimentas como estrés o ansiedad. En otras palabras, la belleza sirve para estandarizar ciertos mercados y órbitas de consumo, pero está lejos de ser la panacea en la experiencia personal.