Un equipo de investigadores realizó recientemente un estudio en múltiples plataformas para encontrar los patrones que se repiten en contenidos virales, que alcanzan de manera exponencial grandes audiencias.
El equipo, que incluyo, científicos sociales, un escritor y un mercadólogo, analizó más de 7 mil artículos del New York Times y de la revista TIME para llegar a una serie de conclusiones. Los resultados no sorprenden mucho, especialmente si uno suele analizar un poco los contenidos que circulan masivamente en las redes sociales. Sin embargo, las conclusiones revelan importantes aspectos psicosociales.
Los autores señalan que existió una mayor probabilidad de que los contenidos fueran compartidos cuando tenían una cierta cualidad emocional, ya sea de enojo o de alegría (emociones que consideran de "activación"). Mientas tanto, artículos que inducían tristeza (una emoción "inactiva") no son compartidos masivamente. La conclusión final indica que entré "más positivos y emocionales" sean los artículos, más se viralizan. Los autores añaden que formular de esta forma contenidos es más importante y más útil que tener a los llamados "influencers" promoviéndolos.
De aquí que podamos inferir que, debido a que las redes sociales hoy en día controlan la mayor parte del tráfico que se dirige hacia sitios de contenido, el contenido positivo o el contenido que nos hace ser percibidos de una manera más positiva cuando lo compartimos es el contenido que lleva las de ganar. En las redes sociales, como muestra el extraordinario documental Generación Like, somos lo que nos gusta, nuestros likes construyen nuestra identidad. Asimismo, es claro que hay una carencia o un deseo por tener experiencias emocionales o experiencias significativas --y nuestras interacciones en las redes sociales son mecanismos vicarios de vivir esas experiencias que antes existían fuera de entornos virtuales.