En 2010, cinco adolescentes británicos entraron a un reality show como Harry Styles, Louis Tomlinson, Liam Payne, Zayn Malik y Niall Horan, y salieron convertidos en One Direction. Como cualquier persona con una conexión a internet en este planeta sabe, One Direction (o 1D para los fans) es una de las boy bands más famosas del planeta, y la salida de Zayn Malik anunciada el miércoles pasado ha hecho que circule una cantidad inusitada de teorías de conspiración.
El miércoles pasado, Zayn anunció a través de la página de Facebook de la banda: "Mi vida con One Direction ha sido más de lo que jamás pude imaginarme. Pero, luego de 5 años, siento que es el tiempo correcto para mí para dejar la banda. Me voy porque quiero ser alguien normal de 22 años que puede relajarse y tener algo de privacidad lejos de los reflectores".
Horas después, el internet se saturó con las más campechanas teorías de conspiración detrás de este acto por demás banal y seguramente de competencia única del tal Zayn:
- Zayn es musulmán, así que dejó 1D para unirse a ISIS.
- Zayn se fue porque su novia, la estrella pop Perrie Edwards, hizo un Yoko Ono y quebró la banda.
- Zayn nunca se fue, sino que Anonymous posteó el mensaje en las redes sociales de la banda.
- Zayn dejó la banda para perseguir una carrera solista, un paso predecible y obligado que muchos cantantes de boy bands han dado, con mayor o menor éxito, como George Michael (Wham!), Nick Carter (Back Street Boys) o Justin Timberlake (N'Sync).
- Illuminati.
- Todos los chicos de 1D son gays retenidos como esclavos y tratan de comunicarse con sus fans a través de una complicada simbología en canciones (a veces hay que escucharlas al revés), poses y gestos. Zayn, de algún modo, logró escapar.
- La salida de Zayn estaba prevista; por ello, el último álbum de 1D se titula Four.
- Modest Management tenía prevista la salida de algún miembro del grupo para vender más discos.
Esta última teoría de hecho tiene bases: ¿quién se beneficia de cualquier cosa que le ocurra a un miembro del star system? Precisamente el sistema que lo puso ahí. El escándalo/teoría de conspiración de la supuesta muerte de Paul McCartney en 1966 hizo que las ventas de los Beatles se incrementaran durante ese período, así que los ejecutivos bien podrían estar aprovechando la ola.
Después de todo, el público de 1D se compone demográficamente de jóvenes adolescentes poco ilustradas, consumidoras de estéticas Tumblr, novelas de vampiros y revistas del corazón: al igual que toda boy band desde Wham! hasta Back Street Boys, existe un estudio demográfico en la elección y proyección de las narrativas individuales de cada miembro del grupo, al igual que del público al que se dirige. En el caso de las noventeras Spice Girls, incluso se perfilaron como personajes. Los ejecutivos maduros detrás de las carreras de las estrellas pop simplemente materializan el Zeitgeist de las fantasías románticas adolescentes y las convierten en canciones, conciertos y parafernalia.
El psicólogo Stephan Lewandowsky tiene la famosa hipótesis de que las teorías de conspiración son estrategias para darle "sensación de control" a una realidad que no la tiene. En otras palabras, es más sencillo ver lo que uno desea --o necesita-- ver en lugar de la realidad caótica y brutal que hay detrás.
O tal vez el tal Zayn en serio eligió dejar de ser un popstar millonario para unirse a las filas de ISIS contra los infieles (sus fans no musulmanes). Quién sabe.