Incluso entre los más confesos y obsesos amantes de los gatos existe una renuencia a apreciar la belleza (si es que la hay) de los gatos esfinge o gatos sin pelo. Pero también hay los que simplemente adoran a esta especie felina por su evidente extrañeza y elegancia. La fotógrafa Alicia Rius es una de estas últimas; se encuentra fascinada por la apariencia extraterrestre del gato esfinge.
“Hay algo perturbador y sin embargo ominoso que me mantiene anonadada cada vez que veo uno de estos”, comenta. “Sin sus trajes esponjosos o abrigos finos, esta raza muestra lo que un gato realmente es. Todo es crudo, expuesto, vulnerable”.
Sus fotografías quizá sean una apología del gato calvo o una muestra de su crudeza y vulnerabilidad, que ella encuentra estética. Sea como sea, es increíble recordar que esta especie tan a todas luces alien existe en este planeta nuestro, y que así es como todos los adorables gatos peludos se verían sin sus suaves adornos.