El fútbol, además de involucrar decenas de variables que lo hacen tal vez el deporte más rico del mundo, también se caracteriza por combinar la fisiología con la metafísica: una danza de fuerzas físicas que sometidas a una voluntad cuasimágica y a un espíritu lúdico, terminan por imantar a millones de seguidores del balompié.
Una coqueta muestra de lo anterior ocurrió en un partido de la segunda división de Hungría, con un gol que sostiene un radical diálogo con la fantasía. La anotación, que irradia acrobática ligereza, corrió a cargo de Botond Birtalan, quien juega para el equipo Békéscsaba, y el video de su espontánea proeza ha circulado viralmente por la red.