El sentido comunitario en su máxima expresión puede encontrarse en Whittier, Alaska, un pueblo en el sur de este estado de Estados Unidos. En medio de las blancas montañas se erigen las Torres Begich, antiguas barracas militares en las que viven los 200 pobladores de Whittier, en una especie de hotel fantasma.
Reporteros que han visitado este pueblo lo describen como un surrealista dormitorio universitario. Sólo que este dormitorio cuenta con bar y policía, entre otras cosas (en realidad, tantas que es una especie de laberinto).
La reclusión, más allá del sentido fraternal, se debe a que el clima de este lugar es bastante inhóspito; suelen haber ráfagas de 100 kmph. Pero el lugar tiene otro tipo de atracciones: los habitantes tienen binoculares para observar ballenas del lado del muelle o cabras de montaña.
Sin duda se trata de un peculiar lugar, el cual puede apreciarse en el video (CC para subtítulos en español).