Esta medida, que conlleva una fatwa, es el resultado de meses de correspondencia y discusión que ha documentado N. Wahid Azal, y sería similar a un edicto papal en la cultura católica: imaginemos que el Papa Francisco dijera que los hongos también son sacramentales y pueden usarse como eucarestía (algo que es considerado herejía luego del trabajo de John Allegro y su visión de los psicodélicos como origen del cristianismo). La medida del Ayatolá Sadegh Rohani otorga el permiso solamente con fines terapéuticos y bajo la supervisión de especialistas. No sabemos qué tanto tendrá un efecto puntual en sesiones de ayahuasca u hongos en Irán; lo importante, sin embargo, es el reconocimiento de una autoridad religiosa de la viabilidad y la legitimidad de utilizar estas sustancias milenarias como medicina alternativa.
Si bien en los últimos años se han reiniciado estudios científicos con psicodélicos con muy buenos resultados y en Estados Unidos se ha generado una ola de aprobación y legalización de la marihuana, no existe algo similar en otra parte del mundo, donde una persona de un rango tan alto dé su visto bueno a la utilización de esta amplia gama de poderosas medicinas que han sido secuestradas por el tabú y los intereses económicos de las farmacéuticas.