Sobre la evidencia física de los implantes alienígenas en abducidos

Es impresionante la cantidad de información “oficial” sobre el fenómeno OVNI que se ha facilitado gracias a los reportes de ufología en todo el mundo. El Archivo Nacional del Reino Unido, por ejemplo, publicó tan sólo en 2013 una amplia gama de información en pdf que va desde testimonios de avistamientos, fotografías y dibujos hasta incluso pruebas de contacto humano con seres extraterrestres. El año pasado, la NASA reunió a científicos, teólogos, filósofos e historiadores para discutir la forma de preparar al mundo para el contacto extraterrestre, ya sea que se trate de organismos microbianos o de seres inteligentes. Quizás un temor engendrado tras obtener las últimas investigaciones que apenas hace unos días se dieron a conocer, y que versan sobre la existencia de ocho nuevos cuerpos celestes, dos de ellos similares a la Tierra. La cuestión de si existen seres extraterrestres o no ha cambiado. En realidad ahora nos preguntamos si podrá existir contacto humano manifestado públicamente en un futuro cercano.

Diversos factores han mantenido vigente la idea de que la relación humano-extraterrestre se ha dado desde siempre. Por ejemplo, factores como las extrañas marcas en el cuerpo y los implantes extraídos de las personas que afirman haber sido abducidas. El caso de los implantes extraídos es muy fascinante y de ser verídico se podría considerar la evidencia científica de la existencia alienígena entre nosotros. El doctor Roger Leir, especialista en podología, -y podría decirse que la persona más conocida en lo que respecta a la extracción de implantes extraterrestres-, afirmó realizar 17 operaciones quirúrgicas en las que extrajo objetos sospechosos de ser “implantes”. Según el doctor Leir, una particularidad alucinante es que estas supuestas incrustaciones del tamaño de una punta de lápiz eran de naturaleza magnética, y algunas poseían una frecuencia demasiado alta para su dimensión. Otros objetos examinados tenían en común fragmentos de meteoritos; metales como el galio, germanio, platino, rutenio, rodio e iridio. También se observó una "desviación de níquel de raciones terrestres que el laboratorio de análisis no podía explicar, contenidos de níquel con una relación isotópica que no se conocía en la Tierra”, afirmó Leir.

Según el doctor en Filosofía Química-Física Alex Mosier, quién examinó las piezas junto con Leir, se encontraron fibras muy similares a los nano-tubos de carbono, lo que sugiere que los fragmentos fueron diseñados o fabricados: "No encontrarías estas cosas en la naturaleza. Tienen que ser procesados, requieren de ingeniería compleja y no son fáciles de fabricar". 

Estos objetos también han sido científicamente investigados por algunos de los laboratorios más prestigiosos del mundo, como Los Alamos National Lab, New Mexico Tech y la Universidad de California en San Diego. Esto, claro, es lo que  nos dice Leir, y no se puede descartar que se trate de un elaborado hoax.

El doctor Leir, quien también desempeñó un trabajo como médico consultor en la Mutual UFO Network, afirmó que las personas de las que extrajo estos objetos extraños no tenían cicatrices visibles normales o interrupción en la integridad de la piel. No había signos de inflamación, pero los rayos X mostraban la incrustación, lo cual le parecía casi imposible. El especialista en podología falleció el 14 de marzo de 2014 (paradójicamente, por una lesión en el pie), por lo cual sus estudios no pasaron de realizarse con un presupuesto limitado que impidió entender más a fondo los hallazgos y descartar con más información el escepticismo.

Hasta ahora, la medicina ha tenido fobia con respecto a las pruebas que inmiscuyen a la ufología. Son muy pocos los científicos y médicos que se han atrevido a introducirse en el tópico, sobre todo por el desprestigio profesional que ello conlleva. Sin tener por el momento certeza de lo que está pasando en el universo es difícil, pero no imposible, asumir estos veredictos.

El colectivo The Search for Extraterrestrial Intelligence (SETI)  nos da una estimación de sólo 20 años para descubrir vida en otros planetas. Si consideramos la espeluznante preocupación de los gobiernos por darle mayor peso a disciplinas como la exopolítica (derechos universales y no humanos), habría que estar al tanto de todos los enigmas que la ciencia está revelando. Un implante alienígena ya no sonará tan ilógico.

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