La artista japonesa Noriko Yabu utiliza el elemento del agua para tomarse una serie de autorretratos en los que juega con la dualidad entre la muerte y el erotismo. De alguna manera estas imágenes son una forma sublime de "selfies" donde los elementos libidinales del cuerpo y la ingravidez del agua se conjugan con un aspecto mórbido. Una Ofelia oriental que sueña con su muerte en el agua, como una flor de gelatina que se deshace o se fusiona con la totalidad.
La serie tiene el título de Suisou, que significa "Otro Yo" y evidentemente juega con la idea de una identidad fluida y por momentos distorsionada, una reflexión sobre la alteridad, la belleza y la disolución. Yabu parece incubar o desaparecer en el agua.
La técnica utilizada por Noriko es simplemente una cámara con un timer mientras se sumerge en el agua. Así, la artista es tanto fotógrafa como performer.