¿Quiénes son los pensadores y pensadoras más influyentes de 2014? La pregunta misma ofrece gran cantidad de trampas. Primero, ¿qué debemos entender por "pensador"? ¿Se trata exclusivamente de filósofos o humanistas? ¿El criterio de influencia es, pues, teórico, económico o de qué tipo? El ranking anual del Gottlieb Duttweiler Institute, sin embargo, no deja de problematizar sus categorías, y se atiene a un criterio de penetración (mención y engagement) de los miembros del top 100 a través de sus páginas de Wikipedia, redes sociales e "influencia" (entendida como presencia) en el discurso dentro de dichas redes.
Muchos de los enlistados son, efectivamente, hombres blancos, occidentales y mayores de 60 años. Sin embargo, las excepciones son también notables: por un lado, la integrante más joven de la lista es la blogger Malala Yousafzai, quien a los 17 años se convirtió en Premio Nobel de la Paz (a decir de la Academia Sueca) por su defensa de la educación de las niñas en zonas de Pakistán dominadas por el régimen talibán.
Otra excepción notable es el informante Edward Snowden, cuyo papel en la divulgación pública del aparato de seguridad electrónica del gobierno de Estados Unidos ha permitido poner a debate la función de este país como policía mundial. Junto con Douglas Roushkoff, la inclusión de Snowden refleja la importancia del pensamiento moderno a través de nuestra virtualidad.
En el primer escaño se encuentra el Papa Francisco, cuyas declaraciones sobre los derechos reproductivos, sobre la ciencia y el papel de la iglesia católica en el desarrollo de esta han articulado las condiciones de posibilidad para que dicha institución dialogue en nuevos términos con sus millones de feligreses en el mundo. Teólogos como Hans Küng y filósofos religiosos como Tariq Ramadan también testimonian la importancia del pensamiento teológico y metafísico en nuestros días.
Hay muchos filósofos y sociólogos en la lista, desde Jürgen Habermas, Noam Chomsky y Naomi Klein hasta Peter Sloterdijk, pero también muchos economistas y empresarios, como el expresidente de México Ernesto Zedillo (único mexicano en la lista, por lo demás). Latinoamérica está representada por literatos aparentemente inconciliables, como Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano y Paulo Coelho. Entre los novelistas resalta la inclusión del checo Milan Kundera, quien entró a la lista --según la GDI-- debido a la influencia de su pensamiento especialmente en Latinoamérica.
Sin más preámbulos, aquí la lista completa de los galardonados. ¿Quién falta, quién sobra? Cuéntanos qué opinas en los comentarios.