El equipo propone no sólo que los universos paralelos existen, sino que interactúan. Su teoría es un paso adelante a la teoría de los "Muchos Mundos" de Hugh Everett, que popularizó la idea de los universos paralelos: ahora se trata de la "Teoría de los Muchos Mundos Interactuando".
En lugar de evolucionar independientemente, los mundos cercanos se influyen unos a otros por sutiles fuerzas de repulsión. En el estudio se demuestra que una interacción de este tipo podría explicar muchas "anomalías" de la mecánica cuántica, como las violaciones a la ley de causa y efecto, y a su vez conciliar las inconsistencias entre el mundo newtoniano y el espectral mundo cuántico. Algunas de las aseveraciones de la teoría de Wiseman, Hall y Deckert son las siguientes:
El universo que experimentamos es sólo uno de un número gigantesco de mundos. Algunos son casi identicos al nuestro, mientras que otros son sumamente distintos.
Todos estos mundos son reales y existen continuamente a través del tiempo; poseen propiedades definidas.
Todo fenómeno cuántico se manifiesta gracias a una fuerza universal de repulsión entre mundos "cercanos" (similares), lo que tiende a diferenciarlos aún más.
El equipo piensa que su teoría puede ayudar a plantearnos escenarios nuevos con las teorías que ya conocemos, colocándolas en nuevas problemáticas; es poco probable que los viajes entre universos paralelos sean una meta turística a corto plazo, pero tal vez en otro universo tendremos la posibilidad de atravesar sus barreras.
Ahora prosigue la etapa de intentar probar su teoría con experimentos --las matemáticas sugieren elegantemente que los universos interactúan-- y, de conseguirlo, nos acercarán cada vez más a la ciencia ficción, de una mera notablemente parecida a lo que vimos en la serie Fringe, en la que lo que sucedía en un universo paralelo hacía eco en el otro y donde se activaban vórtices de intercomunicación.