Aunque no necesariamente sea una idea placentera lo cierto es que las máquinas, los algoritmos y, en este caso particular, Facebook, sí nos perciben, y lo hacen todo el tiempo. Esta es la idea detrás del proyecto Data-Masks, de Sterling Crispin. A partir de data extraída de algoritmos de reconocimiento facial y programas de detección de rostros se crean renders tridimensionales para definir cómo es que nos perciben estos seres binarios tal vez conscientes y, sobre todo, para "confrontarnos con la idea de que estamos siendo observados prácticamente todo el tiempo".
Crispin advierte que por medio de nuestras fotografías alojadas en esa red social, independientemente de que seamos o no "taggeados", Facebook está creando permanentemente máscaras de cada uno de nosotros. Imitando los pasos que Facebook implementa, el artista compila patrones faciales de data sets y luego traduce la información en una imagen bidimensional para después renderearla en 3D. Sin embargo, interrumpe el proceso antes de que se haya logrado una imagen "perfecta".
El resultado de este experimento son entidades perturbadoras que actúan como siniestro recordatorio: la data también nos percibe.