En una extraña mezcla de inclusión, racismo y tipificación de los atributos nacionales más ramplones, Mattel ha creado una muñeca vestida de mariachi, con el nombre de Mexico Barbie.
Seguramente el brocado dorado que recorre su traje negro y su sombrero de ala ancha, así como el pañuelo rosa que le anuda el cuello, son detalles que para los coleccionistas no pasarán desapercibidos.
Probablemente la elección del atuendo tenga que ver con un movimiento estratégico dirigido al mercado hispano en Estados Unidos aunque es posible que, si los estereotipos culturales aparecen en los juguetes más populares, sea también muestra de que el mercado está admitiéndolos como consumidores.
Tal vez EE.UU. no les dé green cards a los migrantes indocumentados pero, al menos, el mercado ya los admite como consumidores lo que, en nuestros días, parece ser más importante que ser ciudadanos.
