Entre sus múltiples áreas de manipulación, a la CIA no podría escapársele el lenguaje. Y es que por supuesto suena mucho más profesional decir “técnicas avanzadas de interrogatorio” o “rendición extraordinaria” que tortura y secuestro.
Hace no mucho, la Guía de estilo de la CIA ha sido publicada en línea. La clave, según señala Fran Moore en el prefacio: escritura clara y concisa. No debe sorprendernos que los agentes de inteligencia sean tan diestros con el lenguaje como con un arma; con ambos buscan ser precisos, quirúrgicos.
Aquí algunos de sus consejos básicos:
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Esta guía tiene un gusto especial por el uso serial de las comas.
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Usa adjetivos y adverbios con moderación; “deja que los sustantivos y verbos muestren su poder”.
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En cualquier caso, favorece el uso del inglés americano (o de tu lenguaje local) sobre el británico. Las expresiones extranjeras deben evitarse, a riesgo de parecer jactancioso.
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Debes, a toda costa, evitar la palabra “entusiasmado”.
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Evita, igualmente, los signos de exclamación. Se espera que los reportes de inteligencia sean tan desapasionados como sea posible.
Aquí un par de ejemplos de las reglas a seguir en los partes de inteligencia:
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Esta guía hace énfasis en la diferencia entre “desinformación” e “información errónea”. La primera hace referencia al uso deliberado de reportes falsos con el fin de confundir, mientras que la segunda refiere a un acto menos voluntario.
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La guerras no declaradas, como la de Vietnam, deben escribirse con minúscula.
Seguramente varios de estos consejos te servirán poco a la hora de escribir, pero pueden ser útiles a la hora de querer reconocer la identidad secreta de un agente de la CIA, alguien que seguramente te parecerá poco “entusiasmado”.