En su columna del diario The Independent, Mira Bar Hillel escribió algunas razones por las que está considerando quemar su pasaporte israelí. Una de ellas es la joven israelí que aparece en la foto sobre estas líneas; Bar Hillel escribe: "es joven. Es bonita. Se graduó de la universidad como ingeniero computacional. También es miembro del Parlamento de Israel --y la razón por la que estoy a punto de quemar mi pasaporte israelí. Porque detrás de ese rostro inocente de ojos grandes se asoma el Ángel de la Muerte".
Su nombre es Ayelet Shaked, y después de que las hostilidades en la franja de Gaza se recrudecieran, la integrante del Knesset (la extrema derecha israelí), escribió lo siguiente en su página de Facebook:
Detrás de cada terrorista hay docenas de hombres y mujeres, sin los cuales nunca se habría involucrado en el terrorismo. Todos son combatientes enemigos, y su sangre pesará sobre sus cabezas. Esto también incluye a las madres de los mártires, las cuales los mandan al infierno con flores y besos. Ellas deberían seguir a sus hijos, nada sería más justo. Deberían irse, como los hogares físicos donde ellas criaron víboras. De otro modo, más viboritas serán criadas ahí.
Una semana antes, cuando el adolescente Mohammed Abu Khundair fue quemado vivo, Shaked escribió: "Esta no es una guerra contra el terror, y no una guerra contra los extremistas, y ni siquiera una guerra contra la Autoridad Palestina. La realidad es que esta es una guerra entre dos pueblos. ¿Quién es el enemigo? El pueblo Palestino. ¿Por qué? Pregúntenles a ellos, ellos empezaron".
El primer ministro de Turquía, Tayyip Erdoğan, reaccionó a las declaraciones de Shaked preguntándose: "¿Cuál es la diferencia entre esta mentalidad y la mentalidad de Hitler?", a cuya pregunta retórica agregó: "Si estas palabras hubieran sido dichas por un palestino, todo el mundo lo habría denunciado".
Una tregua propuesta por Egipto fue descartada esta mañana por Hamás; por su parte, Israel afirmó que respetarán el cese al fuego hasta las 9 de la noche del martes 15 de julio, luego de una semana de hostilidades que han dejado un muerto confirmado en Israel y al menos 200 en Palestina.