Betty Dodson, la “madrina de la masturbación”, está de regreso. Algunos la consideran la primera feminista, pero no es de esas “que temen al sexo” porque, en el fondo, “no quieren masturbarse, quieren al Príncipe Azul”.
Hace más de 50 años, durante su primera fiesta de sexo grupal en el Upper East Side de Nueva York, Betty se veía a sí misma “una típica Virgo en una orgía”, mientras se quitaba nerviosamente sus pantaletas de encaje negro. Fue en posteriores orgías, cuando ya era la anfitriona, que notó que muchas de las mujeres presentes solamente fingían.
Ahora, después de medio siglo peleando en la vanguardia de la revolución sexual, sus talleres de masturbación están siendo redescubiertos por un grupo de tímidas jóvenes, muchas de las cuales nunca han tenido un orgasmo.
Normalmente, sus alumnas son muy reservadas como para acudir a los talleres de masturbación en grupo, así que optan por sesiones privadas. Llegan al taller de Betty chicas que nunca se masturbaron en la infancia, pero también asisten feministas de la cuarta ola aburridas de la postura anti-placer que sostienen las de la tercera ola. El mensaje de Dodson es redescubrir tu poder entrando en tu cuerpo.
En los talleres se comparten los orgasmos con el grupo, lo importante es estar en control del propio clítoris (al menos hasta el momento de perder el control). Betty ayuda pacientemente a aquellas que no lo logran con su vibrador, necesitan confianza, creer en su propio placer.
¿Por qué lo sigue haciendo? Dodson no tiene dudas: “El sonido, el espectáculo, los olores. Gordas, flacas, sin un pecho. Las mujeres son tan hermosas”.
Aquí puedes checar toda la información de los talleres de Betty: dodsonandross.com