El lunes pasado en su homilía en Casa San Marta, el papa Francisco dijo a una audiencia de miembros de la Iglesia que deberían de mantener una mente abierta y, en el caso de que una expedición de extraterrestres llegara a la Tierra, la Iglesia estaría dispuesta a dar el bautizo a estos visitantes interestelares. El papa se refirió específicamente a marcianos que quisieran, por alguna razón, ser admitidos al dogma de la Iglesia y recibir el bautizo. "Cuando el Señor nos muestra el camino, quiénes somos nosotros para decir 'No, Señor, no es prudente'".
El mensaje parece ser parte de la política de inclusión del papa Francisco, cuya mente abierta ha sido celebrada por la comunidad internacional. Sin embargo, el Vaticano en los últimos años ha mostrado cierto interés por la vida extraterrestre, especialmente encabezado por el también argentino José Gabriel Funes, director del Observatorio del Vaticano, quien desde 2008 ha hecho comentarios sobre la posibilidad de que existan seres extraterrestres y que esto no entraría en conflicto con el dogma católico. Funes escribió que: "Como existe una multiplicidad de criaturas en la Tierra, también es posible que existan otros seres, también inteligentes, creados por Dios. Esto no contrasta con nuestra fue ya que no podemos limitar la libertad creativa de Dios. Siguiendo a San Francisco, si consideramos a las criaturas de la tierra como 'hermano' y 'hermana', ¿por que no también hablar de un 'hermano extraterrestre?'. Sería también parte de la creación".
Parece bastante razonable por parte de la Iglesia que considere la gran posibilidad de que no seamos los únicos seres inteligentes en el universo. Lo que resulta quizás un poco ingenuo es pensar que extraterrestres vendrían a la Tierra para ser bautizados y someterse la autoridad papal.