Mientras el cerebro sigue siendo un blanco de monitoreo, los avances en su conocimiento también tienen su lado luminoso en la medicina curativa. En México, un grupo de científicos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) ha diseñado un método de rastreo cerebral para pacientes con daños neurológicos. Es un casco que emite imágenes que muestran los lugares precisos en donde el cerebro está dañado o las áreas que tomaron funciones distintas.
Con este aparato también es posible visualizar, en una crónica-ilustrativa, cómo con la terapia el cerebro va reaprendiendo lo que había olvidado. De esta forma, los científicos pueden rastrear los avances de las terapias motrices en tiempo real para mejorarlas, continuarlas o redirigirlas. “En paralelo, estamos buscando la señal óptica rápida, es decir, una serie de cambios que ocurren unos milisegundos antes de que se active la neurona en las imágenes, los cuales revelan el potencial de acción de esta célula nerviosa”, señaló el científico Carlos Gerardo Treviño Palacios.
La anterior declaración revela que también trabajan en una premonición de las reacciones del cerebro. El casco es portátil y de bajo costo, y no precisa que el paciente se quede quieto; una especie de neuro-monitoreo que revela cómo está funcionando el cerebro de los pacientes. Apenas estamos explorando el misterioso mundo del cerebro en el entendido de que mente y cuerpo son uno; su introspección tal vez tenga muchas más repercusiones de las que apenas sospechamos.
Con información de La Jornada.