Un estudio preliminar sobre el uso de marihuana recreativa ocasional parece mostrar evidencias de cambios en la conformación del cerebro; los investigadores de la Universidad de Feinberg y del Hospital General de Massachusetts no descartan que posteriores estudios revelen que dichos cambios son negativos (pues el presente informe se reduce a un corpus de 20 voluntarios, y no toma en cuenta el consumo a largo plazo.)
El doctor Hans Breiter, autor del estudio, piensa que "lo que vemos aquí es un temprano indicador de lo que se convierte en un problema luego del uso prolongado" de la cannabis, como falta de atención y juicio.
A decir del propio Breiter, estudios previos sobre la morfología del cerebro en relación con la cannabis han mostrado resultados mixtos, probablemente a causa de las técnicas utilizadas.
Sin embargo, esta es una de las primeras investigaciones en enfocarse en los posibles efectos cerebrales del uso recreativo de la marihuana; un estudio financiado por agencias federales de Estados Unidos que la doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional contra el Abuso de Drogas calificó de importante, pero preliminar.
Los 20 voluntarios tienen entre 18 y 25 años, y fuman marihuana en promedio cuatro días a la semana (unos 11 porros). La mitad de ellos fuma menos de seis porros a la semana. Los investigadores escanearon los cerebros de los participantes y los compararon con muestras de cerebros de no fumadores. Las diferencias entre un cerebro de fumador de cannabis y uno de no fumador se encontraron en las áreas asociadas a emocionalidad y motivación (la amígdala y el núcleo accumbens, que mantiene los niveles de motivación cuando una persona comienza una tarea, y continúa manteniéndolos hasta que la tarea haya concluido).
El presente trabajo no busca determinar si el uso de marihuana es necesariamente dañino, sino solamente dar cuenta de las diferencias anatómicas entre cerebros de usuarios y no usuarios de cannabis. La doctora Volkow afirmó que un estudio mayor es necesario para saber si el uso casual y moderado de marihuana realmente cambia anatómicamente al cerebro y, de ser así, determinar posteriormente si los cambios son negativos o positivos.