Según declaraciones recientes del funcionario de Protección Civil Estatal, Melchor Ursúa Quiroz, es latente una fuerte explosión del volcán Everman, comparable incluso a la potente erupción del Krakatoa.
El Everman podría hacer una erupción muy grande como la del Krakatoa, y eso acabaría no solamente con la población de Isla Socorro, sino que el tsunami que puede provocar hacia Colima sería de magnitudes desastrosas.
Aunque el peligro del tsunami es alto, se han instalado boyas que alertan de movimientos provocados por las elevaciones de agua con un previo aviso de treinta minutos –aunque este tiempo podría ser insuficiente para evacuar las playas. La situación sería aún más complicada porque el lugar de resguardo mínimo debe situarse al menos entre 40 y 50 metros de altura, y hay algunas playas de esta zona que no tienen esos relieves, como es el caso de Cuyutlán y El Paraíso.
En México la prevención es un tópico muy descuidado. Quizá la publicación de información, aparentemente sensacionalista y pasmosa, como esta noticia, pueda ayudar a crecer la conciencia sobre los focos rojos, los sitios ubicados en locaciones peligrosas. La historia ha comprobado que los mexicanos se solidarizan tras los desastres, pero quizá la mayor empatía, sea el contagio de la pertinente prevención.