The Daily Grail recoge estas imágenes de una serpiente mordiéndose la cola e intentando alimentarse de sí misma, imitando el antiguo símbolo alquímico del uróboros. En este caso se trata de Reggie, la mascota de Bob Reynolds, quien fue salvada por su veterinario en Sussex, antes de que completara la opus magnum. El caso es poco común, sin embargo, la literatura reporta este hábito de autofagia en la serpiente rata americana. El herpetólogo Joseph C. Mitchel documenta al menos dos casos, incluyendo el de una serpiente que murió después de haber tragado dos terceras partes de su cuerpo. Esta muerte es un loop paradójico: la serpiente, al haberse tragado ya parte de su cuerpo, no sólo se come a sí misma, se come a sí misma comiéndose a sí misma. Por algo el uróboros es un símbolo del infinito y la eternidad.
El uróboros es un antiguo símbolo observado en Egipto y en Grecia y en los tratados alquímicos (en los que simboliza la consecución de la obra magna, un ciclo completo que sin embargo continúa infinitamente). También simboliza la unidad primordial o la persistencia de esta unidad en el tiempo, sin desgastarse ante el cambio: recreándose a sí misma.
Platón describe un ser autosuficiente, de forma circular, que simboliza al universo como una mitológica entidad inmortal, presumiblemente el uróboros: "El ser viviente no tenía necesidad de ojos ya que no había nada fuera de él que ver... y como el movimiento circular no requería pies, el universo fue creado sin piernas o pies".
En la psicología jungiana representa un estado primordial, antes del ego, una infancia indiferenciada, idílica tanto para el individuo como para la humanidad. Jung, en su descripción del Uróboros, muestra cómo este símbolo resume el proceso de la alquimia de la psique: la individuación:
Los alquimistas, quienes en su propia forma sabían más de la naturaleza del proceso de individuación que el hombre moderno, expresaron esta paradoja a través del símbolo del Uróboros, la serpiente que se muerde la cola. Se ha dicho que el Uróboros tiene un significado de infinito o totalidad. En la vieja imagen del Uróboros yace la idea de devorarse a sí mismo y convertirse uno mismo en un proceso circulatorio, ya que era claro para los más astutos alquimistas que la prima materia del arte era el propio hombre. El Uróboros es un símbolo dramático para la integración y asimilación del opuesto: la sombra. Este proceso de retroalimentación es al mismo tiempo un símbolo de la inmortalidad, ya que el Uróboros se mata a sí mismo y se lleva de regreso a la vida a sí mismo, se fertiliza a sí mismo y nace por sí mismo. Simboliza el Uno, que procede de la lucha entre los opuestos, y por lo tanto constituye el secreto de la prima materia [...] la cual surge incuestionablemente del inconsciente del hombre.
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