La organización neoyorkina Satanic Temple ha emitido un comunicado de prensa en el que exige que se le permita a los miembros de su religión rezar en la escuela sin que sean llevados a habitaciones aisladas. Según argumentan, el aislamiento puede producir traumas y afectar en el desarrollo de los niños. Para eliminar esta discriminación han llamado a que se celebre el "Protect Children Day” el 15 de mayo en Nueva York, en pos de acabar con las vejaciones que sufren sus miembros y niños de otros cultos que también son discriminados. Al parecer, a diferencia de niños de otras religiones a los que sí se les permite rezar en compañía de otros alumnos, los niños satánicos son aislados y discriminados..
Los valores y la misión de la organización Satanic Temple en realidad están basados en la empatía y en la crítica de la corrupción de la sociedad moderna –no en comer bebés o violar mujeres para hacer ritos con cabras, pentagramas y sangre–. Puede que existan algunas organizaciones satánicas más violentas, como las hay también cristianas (por ejemplo el Ku Kux Klan, una organización, al menos según sus miembros, cristiana). Se sabe que Charles Manson estuvo en contacto con las enseñanzas de la Process Church, un culto satánico, pero sobre todo fue influido por la Cienciología y el mismo Cristianismo. Por otro lado, el fundador de la Iglesia Satánica, Anton Lavey, siempre predicó en contra del crimen y por lo que se conoce nunca tuvo ningún roce con la ley, ni ninguna acusación fundada por comportamiento violento.
Algunos podrán pensar que inculcarle a un niño una fe satánica es una especie de crimen de la razón, y es que en general los padres suelen imbuir improntas en sus hijos y moldear la forma en la que ven el mundo hasta el punto de que pueden hacerles mucho daño. Una creencia religiosa, ya sea islámica, cristiana, judía, new age, mormona, budista, satánica o incluso atea es una forma de limitar la inteligencia de un niño, más allá de que sean acertadas o no y que ciertamente algunas creencias religiosas son más tolerantes y por lo tanto admiten más visiones de mundo. Aunque también es cierto que es prácticamente imposible dejar de proyectar nuestras creencias en la mente de los niños.