Desde el principio de los tiempos, el hombre ha buscado la forma de expandir el alcance de sus sentidos a través de la tecnología. En este caso, el objetivo es la oscuridad y sus misterios.
Aquellos dispositivos de visión nocturna utilizados por cazadores y soldados podrían pronto volverse mucho más pequeños, lo suficiente como para ser montados en lentes de contacto.
O al menos así lo afirman investigadores de la Universidad de Michigan, que dicen haber creado el primer detector de luz infrarroja de amplio espectro que funciona a temperatura ambiente. Los dispositivos convencionales de visión nocturna requieren voluminosas unidades de enfriamiento para funcionar adecuadamente, por lo que este avance podría lograr que se reduzca dramáticamente su tamaño.
La tecnología de visión nocturna hace posible ver luz que es imperceptible para nuestros ojos, además del calor que irradia de los cuerpos de la gente y los animales en la oscuridad.
La clave de esta nueva tecnología es la increíblemente ligera y fuerte forma de carbón conocida como grafeno. Normalmente, el grafeno absorbe alrededor de 2.3% de la luz que lo golpea, lo cual no es suficiente para generar una señal infrarroja utilizable. Pero combinando dos capas de grafeno con un aislante, los investigadores fueron capaces de incrementar enormemente la señal. Los sensores hechos con sandwiches de grafeno pueden detectar el espectro infrarrojo completo, además de captar luz visible y ultravioleta.
El doctor Zhaohui Zhong y su equipo aún no han integrado esta tecnología en lentes de contacto, pero dice que la ruta tecnológica para lograr estos dispositivos está despejada. "Si integramos esto a un lente de contacto o a otro tipo de dispositivo [como un smartphone], expandiremos nuestra visión", señala Zhong. Esto nos dará otra forma de interactuar con nuestro entorno.
Y los lentes de contacto con visión nocturna son sólo una de las aplicaciones de esta nueva tecnología. Dispositivos infrarrojos también pueden ser utilizados para identificar fugas de gas, ayudar a los doctores a encontrar vasos sanguíneos e incluso permitir a historiadores de arte ver bocetos debajo de capas de pintura.
Este trabajo es pionero de una nueva forma de detectar la luz. “Vislumbramos que la gente será capaz de adoptar este mismo mecanismo con otros materiales y dispositivos”, señala Zhong.