Muchos hemos atestiguado y sobre todo protagonizado esta escena: nos encontramos en un restaurante, un bar, en la casa de nuestros padres o de alguno de nuestros amigos, citados por una ocasión especial o por el solo motivo de verse y convivir. O casi. Porque en los últimos tiempos esto sucede poco. De pronto, sin que ninguno de los presentes se haya puesto de acuerdo, todos coinciden y se sorprenden con teléfono en mano, en el scroll infinito de Twitter o la contemplación inútil de Facebook, dando un vistazo que inicialmente se pensó rápido a Instagram luego de subir una foto donde un minuto antes todos parecían contentos de encontrarse.
Para evitar esta penosa situación y, por una vez, convivir de veras, la marca brasileña de cerveza Polar, en colaboración con la agencia Paim Comunicação de Porto Alegre, promueve este recipiente que además de mantener fría la bebida que todos comparten, bloquea la señales GSM, Wi-Fi, GPS, 3G y 4G, por lo que los smartphones se vuelven obsoletos.
¿Será suficiente? ¿Bastará esta prohibición para reavivar nuestra habilidad para interactuar con los otros más allá de las pantallas y los mensajes escritos? ¿Seremos capaces de redescubrir que alguna vez, en otra época del mundo, esa era la principal forma de convivir?