La niña que murió por beber mucha soda
Por: Jimena O. - 02/20/2014
Por: Jimena O. - 02/20/2014
Alexa Linboom tenía 5 años cuando llegó al hospital en Johnson City, Tennessee. Era año nuevo de 2012. Estaba azul y paralizada, en una rígida postura que indicaba daño cerebral. Su padre y su madrastra la habían forzado a beber grandes cantidades de soda de uva como castigo.
El reporte de la autopsia indica que la niña quedó paralizada después de haber bebido 2.4 litros de soda y agua durante un periodo de 2 horas. Murió en el hospital dos días después. El castigo fue por robarle una soda de uva a su madrastra.
Su muerte fue declarada como homicidio en primer grado por envenenamiento con agua. Además se le imputaron dos cargos por negligencia agravada y abuso de menores.
Mary Vaughn y Randall Vaughn, madrastra y padre de Alexa, esperan ser procesados en octubre. Podrían enfrentar incluso la pena de muerte. Sus otros cinco niños han sido puestos en custodia.
Los doctores también encontraron pequeños moretones por todo el cuerpo de Alexia.
La muerte de Alexia ha sido ampliamente publicitada debido a sus extrañas circunstancias, pero es sólo una de más de 1,500 niños que morirán en los Estados Unidos este año por abuso o negligencia. Cerca del 78% lo harán a manos de sus padres.
Haber muerto por beber soda hizo del caso de Alexa noticia, pero pudo haber muerto sólo por beber agua.
En 2005, Cassandra Killpack, una niña de 4 años en Utah, murió al ser forzada a beber un galón de agua. Sus padres declararon haber usado un “método de disciplina con agua” que había sido aprobado por el terapeuta de la clínica local.
Los Estados Unidos tienen el peor récord de abuso infantil en todo el mundo industrializado (entre 4 y 5 muertes diarias). Cuatro veces más estadounidenses son asesinados por sus padres que soldados muertos en Irak y Afganistán.
Estamos frente a una epidemia brutal y silenciosa, cuyos orígenes se enraizan en lo más profundo de la descomposición de la cultura americana.