El culto extraterrestre más importante (y sexual) del mundo ha llegado a Nom Pen, la capital de Camboya. No toda la gente está lista para aceptar la "verdad" de los raelianos, que afirman que la vida en la tierra fue creada por una civilización alienígena avanzada hace 25,000 años en un laboratorio. Por eso, la misión de los seguidores de Rael (Claude Vorilhon, periodista y expiloto de autos deportivos francés, que en 1973 tuvo una revelación, se dirigió a un volcán y tuvo un encuentro con los alienígenas) es difundir esta verdad y preparar a la humanidad para el eventual retorno de nuestros creadores, que asegurarán amablemente nuestra inmortalidad clonándonos y transfiriendo nuestra mente de un cuerpo al siguiente (todo gracias a su empresa Clonaid, a través de la cual planean clonar a Michael Jackson y a Hugo Chávez).
Uno de los principales objetivos del raelismo es construir una embajada de $20 millones de dólares para los Elohim (palabra que aparece en la Biblia original hebrea, erróneamente traducida en el singular Dios), de preferencia en Israel. Sin embargo, quizá porque su símbolo es una esvástica envuelta en una estrella de David, el movimiento ha sido prohibido en la cuna del judaísmo.
Los raelianos buscan expandirse hacia oriente y en enero pasado dirigieron una carta al primer ministro Hun Sen. El proyecto, dice la carta, generará “varios billones de euros de ganancia, así como varias empresas derivadas”, haciendo de los camboyanos “los primeros en beneficiarse de la alta tecnología traída por los Elohim”.
Ek Tha, portavoz del Consejo de Ministros de Camboya, dijo que aunque no estaban al tanto de la aplicación de los raelianos, le daría la bienvenida al movimiento extraterrestre en el país. “Yo mismo he investigado sobre los OVNIs y la vida extraterrestre durante los últimos dos años”, declaró Ek Tha.
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Si quieres conocer a los raelianos y de paso divertirte haciendo figuras de esvásticas en la alberca o participando en un show internacional de talentos, no necesitas ir hasta Camboya. Aquí un video de lo que pasó en las playas de Puerto Vallarta, México.