Enseñanzas del mercado negro (y cómo no ser engañados por los dealers)

Esta nota no es una apología del crimen. No celebra el hecho de que millones de consumidores alrededor del mundo sean orillados a abastecerse en un mercado negro, poco fiable, y que involucra múltiples riesgos. Pero la realidad, mientras no se cambien las políticas anti-drogas, es que esta arena de transacciones existe.

Al igual que en el mercado de valores, las decisiones que se toman entre un vendedor y un comprador en el mercado de las drogas obedecen a una férrea lógica de máxima ganancia y mínimos costos: los vendedores callejeros ("narcomenudistas" en el mercado de habla hispana) y los compradores están realizando una transacción ilegal, pero una transacción a fin de cuentas, como las que se realizan a diario al por mayor en otros mercados. Lo que diferencia éstos del mercado de la compra-venta de drogas es que se trata de un mercado no regulado, donde el comprador no cuenta con un organismo público para quejarse de los precios y donde el vendedor está siempre en riesgo de ser atrapado por la policía.

Los criminólogos Scott Jacques, Andrea Allen y Richard Wright llevaron a cabo un estudio en las calles de St. Louis para conocer la lógica de venta de una veintena de dealers que venden droga en pequeñas cantidades, identificando así seis tipos de clientes que podían encontrarse con un trato injusto. Recibir menos producto o producto de mala calidad es probablemente lo peor que podría pasar desde un punto de vista económico; desde un punto de vista de salud, lo peor es ser adicto a alguna droga, y los vendedores sacarán de éstos el mayor provecho.

Compradores primerizos y ocasionales

Los compradores regulares son una fuente de estabilidad financiera para los dealers, por lo que éstos reconocieron que tratan mejor a quienes vuelven a comprar con regularidad que a aquellos que lo hacen sólo de vez en cuando, asegurándose así un beneficio económico mayor a corto plazo. "Balla", un dealer, afirma que "cuando vienes conmigo y no gastas mucho, no vas a obtener tanto como el cabrón que viene y gasta más".

Compradores que escatiman

Se trata aquí de los compradores que tratan de recibir más drogas por menos dinero. A diferencia de mercados regulados, en el mercado de las drogas el precio es difícil de negociar, especialmente en pequeñas cantidades, así que los dealers buscarán darles aún menos producto de lo que vale su dinero.

Compradores que no conocen los precios locales

"Dirty" le dijo a los investigadores que "está este chico que viene y me da $10 USD, pero yo le doy $5 de hierba. No tiene problema. Sigue viniendo; ni siquiera se da cuenta". Se trata de dinero extra sin aparente riesgo, a menos que el comprador se dé cuenta de que está siendo engañado y haga algo al respecto.

"Blancos fáciles"

Son aquellos compradores que reciben lo que el vendedor les da, sin preguntar ni comprender el valor de lo que están recibiendo. Probablemente se sienten demasiado nerviosos al estar participando en una transacción ilegal y solamente quieren salir de la situación con algo de droga lo más rápido posible.

Tacaños

Una fuente frecuente de estrés para los vendedores son los compradores que se quejan del precio de las drogas que compran, y por ello pueden hacerse de la mala fe de los dealers. Como dice "Lil Homie", "tenía a un chico que siempre se quejaba del precio, hombre. Siempre me molestaba... Así que me le enfrenté y le cobré el doble diciéndole que los precios habían subido. Se molestó mucho".

Adictos

Los compradores más desesperados son aquellos que no son capaces de conseguir una fuente de ingresos para sustentar su hábito de drogas; en términos económicos, los vendedores se benefician de ellos engañándolos. O como explica "Big Mike", "si vas a trabajar y tener un empleo, entonces trabajas para mantener tu hábito. No te voy a llamar adicto, simplemente tienes un problema con las drogas. Pero cuando andas por ahí y vas robando y asaltando y toda esa mierda, eso es un adicto: a ellos los trato diferente".

A partir de estos seis tipos de compradores, Jacques, Allen y Wright establecieron ocho premisas para no ser engañados por los vendedores callejeros:

1) Muéstrate apto económicamente para ser un consumidor regular si el producto te satisface (especialmente si es la primera vez que compras con ese dealer).

2) Procura comprar siempre al mismo vendedor.

3) Conoce al vendedor lo más posible.

4) Lleva siempre la cantidad de dinero especificada por el vendedor.

5) Infórmate sobre los precios de tu mercado local (el precio promedio por unidad de medida de lo que sea que estés comprando). 

6) No ofendas al vendedor.

7) Preséntate a ti mismo como capaz de ir a buscar drogas a otra parte para recibir un precio justo.

8) No te vuelvas adicto.

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