Si bien el Partido Verde Ecologista de México se ha caracterizado por una nula ética, por alojar a júniors (jóvenes frívolos, ignorantes, y prepotentes) que incursionan en la política y por una lealtad infinita al PRI (tanta, que nos lleva a cuestionarnos el sentido de la existencia de este partido), esta vez llegó a un punto de cinismo exacerbado: Manuel Velasco, gobernador de Chiapas por el Partido Verde, pagó una multimillonaria campaña mediática que rebasa cualquier sentido informativo, incumpliendo así al menos dos artículos de la ley relativos a la propaganda personalizada, éstos son el párrafo 7 del artículo 134 constitucional:
La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.
Y el párrafo 5 del artículo 228 del COFIPE, que establece:
Para los efectos de lo dispuesto por el párrafo séptimo del artículo 134 de la Constitución, el informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe. En ningún caso la difusión de tales informes podrá tener fines electorales, ni realizarse dentro del periodo de campaña electoral.