La humanidad históricamente ha creído que los sueños pueden acceder a una zona de la mente o del mismo espíritu que permite tener un conocimiento superior o al menos una sensibilidad distinta con la que se puede conocer comúnmente en la vigilia. Ya sea porque la mente inconsciente ordena la cognición de una manera distinta que le permite acceder a memorias más profundas y simbolizarlas, es decir, sintetizar una gran cantidad de información, o porque de alguna forma la mente en estos estados logra establecer algún tipo de comunicación telepática (o acausal), los sueños han sido fuentes gnoseológicas utilizadas por numerosas culturas y hombres de conocimiento. Hay algo que se revela ominoso en nuestros sueños, cuando éstos logran tener suficiente nitidez, y aunque no creamos que sean proféticos, es difícil pensar que no tienen algún significado, que no son mensajes importantes de atender y que debemos decodificar.
Una nueva investigación liderada por el antropólogo Iain Edgar, de la Universidad de Durham, descubrió que miembros de la religión islámica de numerosos países suelen practicar comúnmente "la incubación onírica", o la antigua práctica de Istikhara. Muchos musulmanes se guían y toman importantes decisiones, incluyendo matrimonios y decisiones de negocios, basándose en la interpretación de los sueños.
Típicamente, en el Istikhara, un practicante diría dos rezos adicionales específicos en la noche y pondría su atención en la pregunta que quiere hacer. Luego se acostaría de su lado derecho e intentaría mantener la pregunta durante su sueño. La mañana siguiente se buscaría la respuesta, pero en algunas tradiciones esto se haría hasta por 7 noches seguidas. La decisión tomaría en cuenta el simbolismo de los sueños. Los colores verde y blanco, que aparecen auspiciosamente en la iconografía del Islam, indicarían una acción positiva: un sí. Los colores rojo, negro o amarillo, algo negativo.
Según el Dr. Edgar: "Los sueños siempre han jugado un papel importante en el Islam; el Corán muestra que el profeta Mahoma era un gran soñador. La interpretación de los sueños es una práctica espiritual encaminada a adivinar el futuro y a someterse al propio inconsciente y a la voluntad de Allah". Generalmente esta práctica estaba reservada a una élite calificada.
El siguiente libro del Dr. Edgar parece ser un poco polémico, se enfoca en el papel de la interpretación de los sueños y los ataques del 9/11. Mullah Omar, el líder espiritual del Talibán fundó su movimiento siguiendo la guía sagrada de un sueño. Y Osama Bin Laden, según se dice, empezaba sus días discutiendo los sueños de sus compañeros.
Son numerosas las figuras históricas que han utilizado los sueños como brújula para la vida despierta y la toma de decisiones, en algunos casos de guerras o matrimonios. Nuestra misma historia literaria nos lega el antecedente de Penélope, quien se debatía entre aceptar a los pretendientes que buscaban ocupar el lugar de Odiseo o esperar al gran náufrago, interpretando sus sueños (buscando señales del regreso de Odiseo). Según escribe Homero, existen dos tipos de sueños, los que provienen del marfil y los que provienen del cuerno, los que provienen del marfil suelen engañar y los que provienen del cuerno se suelen cumplir (un juego de palabras en griego donde "marfil" es similar a engañar y "cuerno", a cumplir).
La pregunta permanece abierta: ¿hasta qué punto es prudente basar nuestras decisiones en la información o en las sensaciones que nos producen nuestros sueños? Declarar una guerra, o decidir si nos casamos con un hombre o una mujer con base en un sueño puede parecerle al hombre moderno como una apuesta demasiado arriesgada. Pero si los sueños son una posible fuente de conocimientos no ordinarios que permiten acceder a información valiosa que nos es difícil de obtener en la vigilia, entonces, ¿no deberíamos de cultivarlos y aprender a decodificarlos, sin que esto signifique que los tengamos que tomar como proféticos?
"El sueño es una pequeña puerta oculta en el profundo e íntimo recinto del alma, y abre la noche cósmica primitiva que era alma antes de que existiera un ego consciente y seguirá siendo alma mucho más allá de lo que un ego consciente puede llegar", escribió Carl Jung.
Twitter del autor: @alepholo