Los siguientes tips están avalados por la ciencia y harán que casi cualquier persona se sienta cómoda al hablar contigo. Utilizarlos frívolamente podría ser una forma de manipulación franca y desagradable, pero están ahí para todos esos momentos incómodos de conversación muerta. Para sacarte de aprietos y hacer fluir el río de la charla.
1. Alienta a la persona a hablar de sí misma
Diana Tamir, neurocientífica de Harvard, condujo algunos experimentos en este tema y encontró que “las personas están dispuestas incluso a dejar pasar dinero para hablar de sí mismas”.
2. Para ofrecer retroalimentación, haz preguntas
Si utilizas preguntas para guiar a las personas a los errores de su proceso de pensamiento y permites que se les ocurra una solución por sí mismos, lo más seguro es que no se sientan amenazados y sigan platicando.
Entre más puedas ayudar a las personas a encontrar su propio entendimiento, más fácil será ayudarlos a ser efectivos y a sentirse bien de sí mismos.
3. Pide consejos
El profesor de Stanford Jeffrey Pfeffer y el experto en persuasión Robert Cialdini han recomendado pedir consejos como una manera poderosa de influenciar a otros y acercarlos a ti. Nuevas investigaciones sugieren que pedir consejos es una estrategia sorprendentemente efectiva para ejercer influencia cuando no tenemos autoridad. La persona a la que se le pide un consejo se siente importante y al mismo tiempo genera humildad ante el interlocutor; de esta manera la confianza crece rápidamente.
4. La técnica de las dos preguntas
Pregúntale sobre algo positivo en su vida, y después de que responda, pregúntale cómo se siente con la vida en general. Suena bastante tonto, pero el método está basado en las investigaciones del psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel.
Una respuesta positiva a la primera pregunta los llevará a sentirse más positivos acerca de su vida en general cuando hagas la segunda pregunta.
5. Repite las últimas tres palabras
Escuchar activamente tiene un poder increíble. La manera rápida y fácil de hacer esto es, simplemente, repetir las últimas tres palabras del hablante en un tono empático e interrogativo. Eso regresa la pelota de la conversación a la cancha de tu compañero. Demuestra que estás interesado e involucrado, y les permite regresar a contar su historia. Es increíblemente efectivo.
¿Increíblemente efectivo?
Sí, lo es.
¿Lo es?
6. Chismea, pero positivamente
Estudios demuestran que lo que dices sobre otros colorea la manera en la gente te ve a ti. Haz un cumplido sobre alguien y seguro darás una imagen positiva. Quéjate y lo más seguro es que te asocien con aquellos rasgos negativos que odias.
Cuando chismeas sobre otra persona, los escuchas te asocian inconscientemente a las características que estás describiendo, y esto lleva finalmente a que esas características sean transferidas a ti. Pero si haces lo contrario (si hablas bien de alguien) esas características, en la mente de los escuchas, se volverán parte de ti.
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