Indudablemente existe una ola de aceptación hacia el uso de la cannabis en todo el mundo. Recientemente, Estados Unidos ha encabezado este movimiento, al contar con más de 15 estados en donde se permite el uso medicinal y dos más que han legalizado el uso recreativo. La evidencia en torno a los beneficios médicos de la cannabis o su bajo índice de daños en comparación con otras drogas ilegales y legales es enorme, por lo que incluso estas medidas estadounidenses parecen insuficientes. Tal vez el hecho de que la cannabis siga siendo mayormente ilegal y que se siga percibiendo por algunas personas como una droga peligrosa tiene que ver con que algunas corporaciones --principalmente farmacéuticas-- y algunos gobiernos produzcan esta percepción dañina que se tiene de la marihuana. En este sentido, es interesante consultar una reciente lista compilada por Alternet.com, en la que se publican datos que podrían pasar desapercibidos en el mainstream o los canales de comunicación masiva.
1. El uso de la cannabis está asociado a un riesgo más bajo de mortalidad en pacientes con trastornos psicóticos
Aunque la fiebre de propaganda antimarihuana, conocida como "Reefer Madness", sostiene que la cannabis genera reacciones psicóticas y comportamiento violento durante varias décadas, existen estudios científicos que refutan lo anterior. Un estudio de 2009 de la Keele University Medical School encontró que el uso de cannabis no tiene una correlación con incidentes de esquizofrenia o psicosis y un estudio de las universidades de Maryland y de Inje, en Corea del Sur, halló que el uso de cannabis está asociado con una menor mortalidad en pacientes con esquizofrenia y psicosis.
2. La implementación de leyes estatales de uso de marihuana médica está asociada a una menor cantidad de suicidios
Según investigadores de la Montana State University y la San Diego State University que estudiaron los índices de suicidio en diferentes estados antes y después de la implementación de leyes de marihuana medicinal, existe una tendencia a la baja en los estados que han legalizado la marihuana con fines medicinales, mientras que el índice de suicidio en los estados que no lo han hecho sigue subiendo.
3. Los efectos del humo de cannabis en los pulmones son menos problemáticos que los del tabaco
Aunque en general, no se recomienda inhalar ningún tipo de humo, el humo de la cannabis no tiene efectos tan dañinos como los del tabaco comercial, como algunos medios quieren hacer pensar (Reuters publicó una historia sobre "la cannabis como un mayor riesgo de cáncer que los cigarros").
El Journal of the American Medical Association (JAMA), una prestigiosa publicación estadounidense, reportó hace poco que la cannabis no tiene efectos adversos en la función pulmonar.
4. El uso de cannabis está mínimamente asociado con un incremento en el riesgo de accidente vial
Aunque hace un año la BBC declaró que "los conductores bajo la influencia de la cannabis chocan dos veces más", un meta-análisis realizado por la Aalborg University y el Institute of Transport Economics in Oslo determinó que la cannabis tiene menor riesgo de inducir accidentes que sustancias como los opiáceos, los tranquilizantes, los antidepresivos, la cocaína, las anfetaminas, los ansiolíticos o el alcohol. En comparación, la cannabis es tan peligrosa para conducir como consumir un antihistamínico.
5. La clasificación de la cannabis como una droga de clase I en Estados Unidos es una completa mentira científica
A nivel federal, la cannabis es clasificada como una sustancia de clase I en Estados Unidos, lo que significa que no tiene valor terapéutico o que representa un alto riesgo para la salud, a la par de la heroína. Esta ley es evidentemente caduca, toda vez que 12 años de amplios estudios justifican la legalización de la marihuana medicinal en más de una docena de estados. Se han encontrado beneficios de la cannabis en el tratamiento de diferentes padecimientos como la esclerosis múltiple, la migraña, el dolor crónico y posiblemente el cáncer, por sólo citar algunos de los más conocidos.