La forma en la que entendemos el cuerpo puede variar enormente según nuestra filosofía o religión. Para algunos es una especie de santuario inviolable que mejor permanece inalterado, para otros puede entenderse como un proceso inacabado o un jardín de juego. Entre estos últimos tenemos a los impulsores del movimiento de biohacking, también conocidos como "grinders". Cercanos a la ideología del transhumanismo, los biohackers no sólo están interesados en la extensión de la vida a través de la tecnología, sino también de la percepción. Uno de los más notables miembros de este movimiento es Rich Lee, teórico y practicante de la modificación corporal. Lee se ha implantado un aparato para amplificar su capacidad auditiva como manera de lidiar con el hecho de que ha estado perdiendo la vista.
Junto con otros biohackers, Lee actualmente está promoviendo el proyecto Science for the Masses, que tiene entre su rango de desarrollo una investigación para aumentar la percepción visual, específicamente la percepción de la luz infrarroja, banda electromagnética entre las ondas visibles y las microondas.Algunos animales tienen sensibilidad suficiente para percibir este tipo de radiación electromagnética, incluyendo a las serpientes, algunos insectos y peces. En este caso la idea de la extensión corporal se basa en la "formación humana de porfiropsina, el complejo proteínico que otorga visión infrarroja al pez de agua dulce". El plan para poder utilizar la porfirospina en el ser humano se basa en la teoría de que una dieta basada estrictamente en vitamina A1 y con suplementos de vitamina A2 (la cual es bastante cara y díficil de conseguir) podría metabolizar esta cromoproteína --basada dehidroretinol (vitamina A2).
Para el experimento, Science for the Masses ha reunido a cuatro voluntarios y una campaña de crowdourcing. Los conejillos de indias, de lograrse la tesis, podrán experimentar la visión de colores nunca antes observados por los seres humanos. Esta gama de colores suprasensibles será difícil de describir con palabras, sin embargo uno de los creadores del proyecto hace un acercamiento a lo que significaría este tipo de percepción.
Una persona podría ver a través de vidrios polarizados o de lentes de sol con facilidad. Aunque generalmente investigadores usan la luz ultravioleta para detectar manchas de líquidos corporales, la luz infrarroja funciona igualmente bien. Incluso viejos manuscritos que se han borrado y libros ilegibles podrían ser fácilmente legibles para un hombre con visión aumentada... La luz infrraroja atraviesa la niebla y el polvo a un grado que permitiría a una persona una visión mucho más aguda a distancia que la de una persona no aumentada. Uno fácilmente podría observar más allá del maquillaje y el disfraz, e incluso una nueva visión del arte podría surgir al poder apreciar las pinceladas subyacentes que más tarde fueron cubiertas. Aún más útil, sería la habilidad de una persona de ver en ambientes demasiado oscuros para los demás. Las posibilidades son intrigantes.
Efectivamente las posibilidades son fascinantes. En gran medida la realidad que habitamos está limitada por nuestra capacidad de percepción, por los colores que vemos y por una particular dualidad entre la luz y la oscuridad. La visión infrarroja modificaría esto de manera significativa y generaría nuevas preguntas sobre que es el mundo. A la vez que suscitaría las viejas preguntas éticas, sobre la ventaja de las personas aumentadas o sobre si el camino de la tecnología para extender la capacidad del cuerpo no es una especie de atajo de la evolución natural y del desarrollo espiritual. El hombre quiere percibir lo invisible y se debate entre cómo conseguirlo; históricamente se han utilizado la magia y la alquimia entre los iniciados --hoy en día la tecnología parece tener la bola en su cancha. Escribe Rich Lee para la revista Omni:
Es de asombrarse que la humanidad haya logrado crear las avanzadas tecnologías que disfrutamos hoy en día, solo observando el 2.3% de la realidad. Ocasionalmente vemos las sombras de fuerzas invisibles; trabajando en nuestras cuevas alegóricas, hemos desarrollado teorías abstractas para entender los rayos x, las ondas de radio, las microonadas y los rayos gamas. ¿Pero que tanto más avanzaríamos si pudieramos percibor el otro 97.7% de la realidad? ¿Qué alturas alcanzaríamos si nacieramos con la habilidad de verlo todo?
Sueños de omnividencia al final de la historia. Escribió T.S. Elliot: "Luz/Luz,/el visible recordatorio de la luz invisible". La luz que vemos es apenas una minúscula gama de la luz existente y acaso pueda ser tomada como eso: una motivación para explorar la naturaleza invisible, predominante en el universo (igualmente en el caso de la energía oscura), y descorrer las cortinas de una realidad más allá del arcoiris.
Twitter del autor: @alepholo