"Di la verdad" y otras 10 reglas para escritores de Zadie Smith
Por: Jimena O. - 09/27/2013
Por: Jimena O. - 09/27/2013
Zadie Smith (1975) es una de las novelistas inglesas más notables de la última década. Es autora de las novelas White Teeth, The Autograph Man, On Beauty y Changing My Mind: Essays. El periódico The Guardian la eligió en el 2010, junto a otros autores, para escribir sus mejores consejos de escritura, un género literario en sí mismo, que remite a los tiempos de la Epístola de los Pisones de Horacio, sobre las maneras correctas del ejercicio poético.
La didáctica de la escritura deja traslucir no sólo la particular visión del mundo y la literatura a través de estas listas, sino que se inserta en una larga tradición del consejo, de la transmisión (¿iniciación?) de la enseñanza más íntima, la personal, que se vuelve colectiva mediante la lectura: la escritura funciona como la vida, al menos en sus reglas generales.
1. Mientras seas niño, asegúrate de leer un montón de libros. Pasa más tiempo haciendo esto que cualquier otra cosa.
2. Cuando seas adulto, trata de leer tu propio trabajo como lo haría un extraño, o aún mejor, como lo haría un enemigo.
3. No hagas romanticismo de tu "vocación". Puedes escribir buenas frases o bien no puedes. No hay "estilo de vida del escritor". Todo lo que importa es lo que dejes en la página.
4. Evita tus debilidades. Pero hazlo sin decirte a ti mismo que las cosas que no puedes hacer no son valiosas en sí mismas porque tú no puedas hacerlas. No disfraces tu inseguridad como menosprecio.
5. Deja un espacio decente de tiempo entre escribir algo y editarlo.
6. Evita las camarillas, las mafias, los grupos. La presencia de una multitud no volverá tu escritura mejor de lo que es.
7. Trabaja en una computadora desconectada de Internet.
8. Protege el tiempo y el espacio en el cual escribes. Mantén a todos lejos de él, incluso a las personas más importantes para ti.
9. No confundas los honores con el logro.
10. Di la verdad a través de cualquier forma que puedas --pero dila. Resígnate a la tristeza vitalicia que deriva de no estar satisfecho nunca.
Traducción de Javier Raya