Pareciera que cualquier acción disparatada se puede justificar con las palabras mágicas: "es un performance". Aquí una lista de las instalaciones y obras artísticas más extrañas.
Erik Johansson: Mind Your Step, 2011. Estocolmo, Suecia.
Orestes de la Paz: Human Soap. 2013.
El artista hizo 20 barras de jabón con su grasa liposuccionada y las puso a la venta con un precio de mil dólares cada una. El jabón está hecho de 25% de grasa humana, 30% aceite de coco, 15% de manteca vegetal, 14% de manteca de shea africana y un poco de esencia de lavanda y aceite de árbol.
“Siempre hay cierta cantidad de sangre, sudor y lágrimas que va a cualquiera de mis obras. Yo sólo lo hago más explícito.” dijo la Paz acerca de este proyecto.
Bert Jansen: The Orvillecopter, 2012
Jensen hizo un helicóptero de control remoto con su gato disecado.
Luzinterruptus: Literature vs. Traffic. Melbourne, Australia, 2012.
Mark Jenkins: Under the Rainbow (globos sujetos a un cuerpo tirado bajo un puente). Malmö, Suecia, 2008.
Benjamin Verdock: Nest. Rotterdam, 2008.
Doris Salcedo: 1150 Chairs Stacked Between Two City Buildings. Estambul, Turquía, 2003.
Marina Abramovic: Rhythm 0: Is there really a killer in each of us?, 1974.
En este performance Abramovic colocó en una mesa 72 objetos (una estola de plumas, una rosa, tijeras, miel, un cuchillo, una pistola con una bala, entre otras) para que los espectadores los utilizaran en su cuerpo. Abramovic estuvo cerca de los objetos durante 6 horas, conforme pasó el tiempo, la gente comenzó a cortar la ropa de la performer, rasguñó su abdomen con la rosa, e incluso alguien apuntó a la cabeza de Abramovic con la pistola, pero otra persona la movió.
Pierro Manzoni: Artist’s Shit, 1961.
En mayo de 1961, hizo 90 latas pequeñas, y las vendió con un precio equivalente al de oro. Nadie sabe qué hay dentro de ellas, sin embargo, en 2008 se vendió la número 83, por $149 mil dólares.
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