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La controversial hipótesis de Steven Benner, químico de la Fundación para la Evolución Molecular Aplicada, afirma que nuevas evidencias de las recientes exploraciones a Marte han demostrado que es posible que la vida en el sistema solar iniciara en Marte y luego fuera "importada" a la Tierra a través de una roca; otros estudios afirman que Marte podría tener ciertas condiciones hoy en día que siguen siendo aptas para la existencia de vida.
La idea de que la vida en la Tierra puede venir de otro punto de la galaxia se ha debatido desde hace siglos, aunque en el contexto de la exploración espacial se le conoce como "panspermia" a la diseminación de vida a través de meteoritos y cometas. La Tierra y Marte, a decir de Benner, serían justamente un caso de panspermia, pues el planeta rojo no siempre mostró las condiciones de aridez extrema con que cuenta hoy en día.
Uno de los retos para la vida en la Tierra, en sus orígenes, era el proceso por el que las moléculas orgánicas dieron pie a la construcción de estructuras químicas complejas (biopolímeros), como las proteínas, el ARN y el ADN. A decir de Benner, ciertos elementos impiden que los compuestos orgánicos se conviertan en barro, particularmente el boro y el molibdeno, los cuales no se forman fácilmente en presencia del agua. La hipótesis es que algunos meteoritos provenientes de Marte o del espacio exterior pudieron haber traído boro y molibdeno a la Tierra, lo que permitió que los materiales orgánicos nativos de nuestro planeta se desarrollaran como lo hicieron.
Benner complementa que esta hipótesis ilustra la diferencia entre un lugar donde la vida puede sobrevivir y uno donde la vida puede emerger. Sin embargo su hipótesis ha sido muy cuestionada, entre otros por el astrobiólogo David Grinspoon, quien afirma que la teoría de Benner es "astuta", pues la química ofrece miles de atajos teóricos plausibles, que sin embargo es necesario contrastar con evidencias concretas.
[NBC]