Charles Bukowski (Hank para los amigos) solía dibujar sencillos personajes en algunas dedicatorias de sus libros. Pero hace unos días se encontraron 19 dibujos de Hank que datan de la época de Notes of a Dirty Old Man, la columna que mantuvo en Los Angeles Free Press hasta 1976 y que fue en gran medida responsable de su proyección y difusión en la ciudad.
Los dibujos fueron hallados por el poeta Michael C. Ford, quien los recibió de Bukowski en 1974. Ford cuenta que estaba limpiando el escritorio de Hank cuando halló la carpeta; cuando Hank los vio le dijo "ah, quédate con ellos, hijo, podrían valer algo algún día." Ford tomó el consejo, y fuera de una pequeña exposición hace unos años no se ponen en circulación masiva hasta ahora. Incluso las dos ediciones de Notes of a Dirty Old Man las omiten.
Con respecto a los dibujos en sí, hay que decir que Hank tenía talento para captar la sutil y precisa colaboración entre la imagen y las frases que las acompañan, en la mejor tradición del New Yorker. Al igual que en sus poemas, Hank utiliza un humor descarnado que ofrece más de una lectura o interpretación; misógino y misántropo total, Bukowski apuesta todo a un único disparo y a la inmediata complicidad del lector/espectador, como en ese pequeño haikú "Right or Wrong in 18 seconds."