Aunque parece una contradicción, hoy existe tal conciencia sobre el problema que representa la prohibición de las drogas que hay una "batalla para terminar la guerra contra las drogas". Sí: una batalla para terminar la guerra, que en nuestro país ha dejado decenas de miles de muertos y parece que no tiene fin. La inseguridad y la violencia escalan a niveles nunca antes vistos, a un grado tal que gente de todo el mundo, pero sobre todo de Estados Unidos, se ha involucrado con la causa: acabar con esa guerra. Es una batalla larga y difícil, pero quizá no sea imposible.
El dueño de Virgin, el británico Richard Branson, es uno de los que se aúnan a la causa. Una entrada en su blog habla de tres documentales que juntos podrían influir en la opinión pública, en su mayoría mal informada. El primero es Breaking the Taboo, producido por su hijo Sam Branson. Aunque Richard no tiene crédito en la película, ha hecho todo por promocionarlo. The House I Live In y How To Make Money Selling Drugs son similares. No son documentales que le hacen apología al uso de drogas, sino que ponen el tema en perspectiva para pensar en formas de lidiar con ello que no tengan que ver con más violencia que no provoquen más muertes. How To Make Money Selling Drugs tiene su propia aplicación para iPhone o iPad.
Otro personaje importante en la batalla es Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la Drug Policy Alliance, una organización no gubernamental cuyo lema es: "Queremos ver políticas nuevas sobre el tema de las drogas basadas en la ciencia, la compasión, la salud y los derechos humanos".
El primer paso en la batalla es la legalización de la marihuana, y según esta gráfica del Huffington Post, los esfuerzos por erradicarla en Estados Unidos no solo no han tenido impacto en el consumo, sino que ha aumentado. Hay una especie de esquizofrenia: el estado de Washington y Colorado son dos zonas en donde la quema de plantíos de cannabis aumentó más del cien por ciento de 2005 a 2010, y son los dos únicos estados en los que es legal. En California y Nevada sucede algo parecido: la lucha se ha incrementado, pero en ambos lugares la marihuana es legal para uso médico y está despenalizada, lo cual es el paso anterior a la legalización. Esto quiere decir que hay un desfase entre el gobierno federal y las leyes estatales. Mientras uno combate desde arriba, los ciudadanos de esos estados están cada vez más a favor de su uso cotidiano.
No es un problema fácil, sobre todo porque el hecho de que esté prohibido ha sido el mejor negocio del siglo XX y de principios del XXI. Hay demasiados intereses involucrados y prejuicios difíciles de combatir, sin embargo la situación está llegando al límite. Cada vez son más quienes abogan por una tregua con las drogas, o al menos, para empezar, con la marihuana.
[Virgin]