La nostalgia es un fenómeno dificil de explicar, pero que todos sentimos a lo largo de nuestras vidas. Se podría definir como una manera de recordar el pasado afectivamente, con un poco de dolor. De hecho el término "nostalgia" fue acuñado por Johannes Hofer en 1688 que unió dos palabras griegas: "regreso a casa" y "dolor". En aquella época la nostalgia se consideraba como un sintoma grave. A los soldados los afectaba tanto que la única manera de curarlos era mandándolos de regreso a casa. Y los marineros fueron siempre los portadores máximos de esta sustancia, extrañando perpetuamente su casa.
Psicológicamente se cree que recordar, y formar un vínculo con quien eras antes, tiene muchas ventajas. Te permite conectar todos los eventos (lo que hacías, lo que eras, tus amigos, tu trabajo, tu música...) y hacer las trancisiones de tu vida menos dolorosas. Llevar contigo siempre una suerte de paquete afectivo de la persona que dejas de ser. Algunos estudios indican que en la vejez la nostalgia puede ser más fuerte que nunca. Pero, ¿por qué no sentimos nostalgia por todo nuestro pasado? ¿Por qué "escogemos" algunos momentos y no otros?
Una manera de explicarlo es mediante la curva de recuperación de memoria. Es un esquema que muestra la línea de recuerdos autobiográficos y que revela en qué periodos de la vida tenemos más reminiscencia. Según estos estudios, entre los 15 y los 30 años es cuando más recuerdos se codifican. Estos son los que, normalmente, generan más nostalgia: además de que la juventud es cuando nuestro cuerpo y mente están más frescos, y es el momento en que vamos formando nuestra identidad como personas autónomas y nos suceden toda suerte de acontecimientos. Aunque cabe mencionar que la nostalgia puede también ser una forma de "idealizar" el pasado. A veces pasa que disfrutamos más el recuerdo, la añoranza, que la vivencia misma.
La otra manera de explicar nuestra selección de recuerdos es que estos estan completamente influenciados por nuestras emociones y deseos. Y somos esencialmente narradores de una historia. Nos contamos los sucesos que elegimos no cortar en la edición psíquica (conciente o inconsciente) y así vamos tejiendo la tela de nuestra identidad. Algo así como: dime por qué recuerdos sientes nostalgia y te diré, no quien eres, pero quizá quién quieres ser.
Aquí un video que explica bien las distintas teorías (en inglés).