Alternet publica un artículo de Lynn Stuart en el que esta periodista narra su experiencia pagando 2,500 dólares por recibir un mantra personalizado de meditación trascendental --lo cual se traduce en una queja de consumidora despechada. Stuart se muestra escéptica y quizás poco objetiva, pero muestra el otro lado de la "espiritualidad" moderna, donde también se generan grandes fortunas entre auras supuestamente impolutas. Por ejemplo, la organización Maharishi, según la Encicploedia Británica, llegó a estar valuada en 3 mil millones de dólares a finales de los 90 e incluso a formar un partido político, el Natural Law Party. David Lynch, a quien Stuart hace ver como el Tom Cruise de la Meditación Trascendental, pagó 1 millón de dólares para participar en el curso impartido por Maharishi, el giggling guru, "Millionaire's Enlightenment Course" y aparentemente amenazó con demandar a David Sieveking, un entusiasta del movimiento por el documental David Wants to Fly (quizás en referencia a la enseñanza del "vuelo yógico"), sobre su encuentro con David Lynch, pero quien luego se convirtió en un crítico de la Meditación Trascendental.
Stuart concluye que, aunque el precio de la inicación ha bajado a 1500 dólares y es importante aprender a relajarse, de cualquier forma es mucho dinero para pagar por un mantra (algunos de los cuales puedes descargar en esto sitio, supuestamente en acorde con la distribución de edades que se usa en la meditación trascendental). Hay que proceder con cautela en el sentido de que Stuart parece tomar el papel del cliente resentido y, sin embargo, resulta también oportuno reflexionar sobre cómo muchas práctica religiosas supuestamente exentas de los vicios de las religiones occidentales también apilan dinero y poder. Y otra reflexión, ¿existe un mal intrínseco en que una organización religiosa detente poder y acumule dinero? ¿Todo conocimiento espiritual debe de ser gratis? Por una parte heredamos la tradición de que "el dinero es la raíz de todo mal" pero por otra parte el poder es necesario para transformar e influir en la evolución, y en nuestra sociedad de consumo, parece que sólo le damos valor a lo que nos cuesta: ¿un mantra de 1500 dólares funciona más que uno de 5 dólares?