Top 10: Drogas más adictivas y por qué dejarlas es tan difícil

La adicción a una sustancia depende de muchos factores: predisposición genética, historia social, relaciones con amigos, disponibilidad de dinero... Pero la estructura química de ciertas drogas es sin duda más adictiva que otras. La heroína y el cristal, por ejemplo, se comportan como neurotransmisores, enseñándole a tu cerebro que las necesita como si fueran una sustancia que el cuerpo mismo produce.

Un equipo de investigación dirigido por David Nutt ha realizado una tabla de las drogas más dañinas basados en sus propiedades adictivas --Nutt, de hecho, fue despedido como uno de los consultores más socorridos en el Reino Unido sobre drogas por declarar que el alcohol y el tabaco son más nocivos que la cannabis (la cual no está listada) y el éxtasis. Científicos holandeses replicaron el estudio de Nutt y desarrollaron un índice de dependencia en una escala de cero a 3: cero, nada adictivo; 3, totalmente adictivo. 

El índice de dependencia se indica al lado del nombre de cada droga.

 

1. Heroína: 2.89
Afecta los receptores de opioides en todo el cuerpo y se comporta como la endorfina, reduciendo el dolor y provocando placer. Las áreas del cerebro encargadas de producir sensación de recompensa se llenan con receptores de opioides, así que con cada inyección el cerebro aprende que debes seguir inyectándote. La resaca es terrible y dejarla es casi imposible. Se estima que 23% de las personas que alguna vez la han usado se volvieron adictos permanentes; 281 mil personas recibían tratamiento contra la adicción en EU en 2003.

 

 

2. Cocaína en crack: 2.82
A diferencia de la cocaína inhalada, fumarla produce un rush más elevado aunque dura menos tiempo (10 minutos, comparado con los 15-30 minutos del pico de la cocaína en polvo). Esta intensidad además del método de ingestión son las razones por las que el crack es más adictivo. En 2010 se estimaba que habían 500 mil adictos al crack en EU.

3. Nicotina: 2.82
Aunque no provoca la euforia del crack o la heroína, la nicotina se comporta de manera similar a nivel biológico: imita a un neurotransmisor. Fumar regularmente reduce la sensibilidad de los receptores de nicotina, por lo que el fumador necesita seguir fumando para mantener la actividad "normal" del cerebro. Existen 50 millones de adictos a la nicotina en EU y una de cada 5 muertes en ese país se asocian a fumar tabaco.

4. Metadona: 2.68
La tolerancia a la metadona es un buen síntoma cuando el paciente se encuentra en tratamiento de rehabilitación de heroína. Se utiliza en clínicas para mantener al margen los terribles síntomas de la abstinencia de la heroína. El problema es que la tolerancia a la metadona es signo de adicción a la metadona.

5. Crystal meth: 2.24
El cristal de metanfetamina imita a la dopamina (el neurotransmisor de la recompensa) así como a la norepinefrina, el "químico de la alerta", provocando que las neuronas produzcan más de ambos. Esto le enseña a tu cerebro a desearlos más. El problema es que la droga daña directamente la producción de ambas sustancias en el cerebro, lo que a la larga reduce su producción, por lo que el adicto necesita cada vez más dosis para tener una sensación cada vez menos satisfactoria.

6. Alcohol: 2.13
Prohibido en diferentes momentos de la historia moderna, su mecanismo es simple. Para un alcohólico, el síndrome de abstinencia del alcohol puede provocar la muerte y sus efectos en el sistema de recompensa del cerebro pueden crear terribles síndromes de abstinencia. A pesar de esto, 17.9 millones de personas en EU (7% de la población) están clasificados como adictos al alcohol debido a sus propiedades desinhibidoras.

7. Cocaína: 2.13
La cocaína impide la reabsorción de dopamina en la zona de recompensa del cerebro. Luego del uso continuado, el cerebro reduce el número de receptores de dopamina, pues supone que ha tenido suficiente. Debido a que hay menos receptores, la dosis va en aumento. La cocaína no destruye las neuronas de dopamina (como la metanfetamina), pero el método de ingestión, la cortedad del pico (máximos efectos en menos de una hora) y la rápida tolerancia que se desarrolla la vuelven sumamente adictiva.

8. Anfetaminas: 1.95
Medicamentos de prescripción como el Adderall, Dexerine y Desoxyn no son tan adictivos como el meth, pero trabajan en el mismo circuito de recompensa neuronal: la tolerancia se adquiere rápidamente, así como el deseo de aumenta la dosis. Dejarla implica un periodo de seria depresión y ansiedad, así como fatiga extrema.

9. Benzodiacepinas: 1.89
Todas las benzodiacepinas bloquean a la larga el sueño profundo, lo que en dos palabras, impide soñar. Los médicos lo utilizan como medicamento contra la ansiedad en diversas presentaciones: Valium, Xanax, Klonopin, etc. Todas mejorar la efectividad de un químico llamado GABA, lo que reduce la excitabilidad de otras neuronas y reduce la ansiedad. Debido al desarrollo de la tolerancia, dejarlo de golpe produce irritabilidad, ansiedad y ataques de pánico, lo que hace que por temer estos efectos (que eran los que querían evitarse en primer lugar) el adicto vuelva a consumirlas.

10. GHB: 1.71
Depresor y droga de fiesta, el GHB es esa droga que temes que alguien ponga en tu vaso. Cuando se mezcla con alcohol, necesitas más GHB paulatinamente para producir los mismos efectos, además de que el síndrome de abstinencia provoca insomnio, ansiedad, mareo y vómito.

 

[Alter Net]

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